Avance legislativo para proteger voces y derechos digitales
El Congreso de la Ciudad de México aprobó un dictamen que busca blindar los derechos laborales y de autor de actores de doblaje, locutores y músicos frente al uso no regulado de inteligencia artificial. Con 48 votos a favor, las reformas fueron avaladas tanto en lo general como en lo particular y ahora continuarán su discusión en el Congreso de la Unión.
El paquete incluye modificaciones a la Ley Federal del Trabajo, la Ley Federal del Derecho de Autor, la Ley de Protección de Datos Personales, la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión y la Ley Federal de Cinematografía.
Prohibición expresa de clonación digital
La propuesta legislativa plantea impedir la clonación, imitación o manipulación de características físicas y psicológicas —como voz y rostro— mediante herramientas de IA o software digital, salvo que exista autorización explícita del titular.
Además, reconoce a los actores de doblaje y locutores como autores de obras audiovisuales, lo que les otorgaría mayor protección jurídica y garantizaría su inclusión en créditos y materiales audiovisuales donde participen.
Denuncias previas impulsaron cambios
Representantes del gremio recordaron que, durante la pandemia, diversas voces fueron clonadas sin permiso, incluidas las de actores con contratos de exclusividad. Uno de los casos más señalados fue el del actor Pepe Lavat, cuya voz fue replicada digitalmente en un video institucional que posteriormente tuvo que ser retirado.
En el recinto legislativo estuvieron presentes figuras como Zulma Pintos, directora de Locutores Latinoamérica, y el actor de doblaje Bruno Coronel, quienes celebraron que la iniciativa avance después de varios años de gestión y asesoramiento legal.
Empresas reconsideran el uso de IA
De acuerdo con Pintos, diversas compañías han disminuido su interés en usar voces generadas con IA para grandes campañas publicitarias, al no obtener el mismo impacto emocional que brinda la interpretación humana. Señaló además que algunas empresas reconocieron haber clonado voces sin permiso y, en varios casos, se alcanzaron acuerdos antes de llegar a instancias legales.

















