Todavía no he encontrado la explicación, pero muchas veces, cuando una persona menciona que corre, siempre hay alguien que se empeña en quitarle el mérito o en predecir escenarios catastróficos como el que llegará a viejo con las rodillas destrozadas o peor aún, que alguien murió súbitamente a causa del esfuerzo durante una carrera. En lugar de felicitarlo por su decisión de estar activo, siembran dudas e inseguridades en su cabeza.
El pasado fin de semana una compañera de equipo, que el próximo domingo correrá el Maratón de la Ciudad de México, nos pidió nuestro mejor consejo para correr su primer 42K. Nos contaba también que la decisión de correr esta carrera causó cierta controversia entre los miembros de su familia, quienes durante los meses en que ella se entrenaba, no hablaban de otra cosa que no fuera sobre los riesgos de correr esa distancia. Finalmente y después de muchas sobremesas logró convencerlos de cambiar el discurso a algo más alentador.
Todos le animamos a disfrutar de su carrera y compartimos con ella algunos consejos basados en nuestras buenas y malas experiencias. Y es que no importa si se trata del primer maratón o no, lo que se haga o deje de hacer los días previos a la carrera, tendrá un gran impacto en el resultado y en la salud.
La fase de disminución de carga, llamada también “tapering” se realiza durante las tres semanas previas a la fecha de la competencia, pero la última semana es de gran importancia. En estos días hay que evitar las bebidas que contengan cafeína o alcohol que son diuréticos y contribuyen a la deshidratación. Si el sábado por la noche no puedes dormir, cosa que a muchos nos pasa, no hay que estresarse, piensa que eso no afectará en tu resultado en el maratón.
La consecuencia de una desvelada tiene un efecto diferido de 48 horas. Entonces hay que cuidar bien el sueño del viernes por la noche porque es este el que impactará más para el domingo, a la hora del maratón. De igual manera la cena de carga de carbohidratos se hace el viernes. Las pastas, como otros carbohidratos requieren de un día entero para convertirse en glucógeno, que es la “gasolina” que necesitamos para correr.
Además hay que ahorrar energía. Si decides salir a correr el sábado, que sea un trote suave de 20 a 30 minutos, no más. No consumas alimentos irritantes, exceso de grasa. El día de la carrera levántate por lo menos tres horas antes del disparo y llega a la salida con un mínimo de una hora de anticipación.
Desayuna lo que comes en días normales de entrenamiento y ve al baño antes de iniciar el calentamiento. Ubícate donde corresponda al tiempo y paso que vayas a hacer. Corre según tu plan y no pruebes geles o bebidas que no hayas probado antes. Cruza esa meta y disfruta del triunfo. Recuerda lo que Emil Zátopek dijo: “Si quieres correr, corre un kilómetro; si quieres cambiar tu vida, corre un maratón”.
POR ROSSANA AYALA
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