El papel protagónico del canciller Marcelo Ebrard en las negociaciones con la administración de Donald Trump y el hecho de que el presidente López Obrador le haya encargado también al secretario de Relaciones Exteriores el manejo de la política migratoria para cumplir con los compromisos hechos con Estados Unidos para impedir la imposición de aranceles, ya desató pugnas y diferencias entre integrantes de la llamada Cuarta Transformación.
Ayer en el Congreso de la Unión, legisladores de Morena protagonizaron un fuerte debate sobre la cesión de soberanía en los acuerdos que México aceptó ante Estados Unidos y la forma en que éstos se están implementando con violaciones a las leyes internas, mientras que en el gabinete se expresaron cifras distintas sobre la cantidad de migrantes que Trump regresaría a México para que sean atendidos aquí mientras el gobierno estadunidense les resuelve su petición de asilo, pues mientras Ebrard y el subsecretario Horacio Duarte hablan sólo de 10 mil migrantes, el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, asegura que nos mandarán por lo menos 50 mil personas peticionarias de asilo.
La pugna que afloró detrás de estas diferencias públicas entre integrantes del gabinete y de la 4T parece ser entre dos bloques, uno encabezado por la secretaria de Gobernación , Olgha Sánchez Cordero y el subsecretario Alejandro Encinas, a quienes los desplazaron junto con el Instituto Nacional de Migración del manejo de la crisis migratoria y el cumplimiento a los acuerdos con Estados Unidos, y del otro lado el canciller Marcelo Ebrard, quien encabeza el grupo de subsecretarios y militares al que el presidente López Obrador les encargó el manejo del tema migratorio para cumplir con la administración de Trump.
Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la Cámara de Diputados, acusó ayer a Ebrard de “invadir facultades de la Secretaría de Gobernación en el tema migraorio” y de violar las leyes internas para satisfacer una demanda de Estados Unidos. “Gobernación ha sido privada ilegalmente de sus funciones. Está violando el artículo 27, fracción 33, de la Ley Orgánica (de la Administración Pública Federal), compruébelo usted: formular y dirigir, competencia de Gobernación, la política migratoria, así como vigilar las fronteras del País y los puntos de entrada del mismo por tierra, mar o aire, garantizando, en términos de la ley, la libertad de tránsito, en coordinación con la Secretaría de Seguridad”, le dijo Muñoz Ledo a su compañera morenista Dolores Padierna en un debate ayer en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.
“De facto, esas atribuciones las ha absorbido la Secretaría de Relaciones Exteriores, que ayer dio órdenes al Comisariado de Migración, a las 5 de la tarde”, insistió el presidente de la Cámara de Diputados, quien también cuestionó duramente los acuerdos que aceptó el gobierno de López Obrador con Washington para sellar la frontera sur con la Guardia Nacional. “Para mí el problema más grave que enfrentamos es la pérdida de soberanía, nos quieren convertir en un País enjaulado, si queda la condición de Tercer País Seguro, los que entren aquí ya no pueden salir, es la parálisis. Ayer salieron los agentes de la Guardia Nacional a poner nuestro muro. ¡Así es, la Guardia Nacional que fue creada para combatir delincuentes, no para combatir migrantes!”, acusó Porfirio desde la tribuna de la Comisión Permanente.
“No es cierto”, le gritó Padierna desde su lugar. “Sé lo que estoy diciendo. La Guardia Nacional está ahorita de muro mexicano en este momento en Chiapas, infórmese”, le reiteró Muñoz Ledo.
Por la tarde, Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos y Migración, abrió otro frente. Según el responsable orgánico de la política migratoria en el gabinete, la cantidad de migrantes peticionarios de asilo que va a mandarnos Estados Unidos, como parte de los acuerdos que suscribió en Washington el secretario de Relaciones Exteriores, son 50 mil personas y no 10 mil como hasta ahora ha manejado el canciller. “No todos hacen solicitud de refugio, eso tendrá que valorarse, pero sí estimo que va a ser muy grande el número de personas que regresará a asentarse en la Frontera Norte. Yo calculo que en los próximos meses rebasaremos el número de 50 mil”, dijo Encinas, cuya cifra estimada cinco veces mayor a la que maneja el subsecretario del Trabajo, Horacio Duarte, quien como parte del grupo que coordina Ebrard, habla de preparativos Y presupuesto para recibir sólo a 10 mil migrantes en tres ciudades fronterizas: Tijuana, Mexicali y Ciudad Juárez.
¿Será que entre protagonismos, celos y luchas por las competencias legales, el equipo del presidente López Obrador y personajes de la 4T se están dividiendo y confrontando por los acuerdos firmados con Estados Unidos?