Era un domingo soleado y caluroso en el Puerto. El ambiente festivo y el calor de la primavera eran el escenario ideal para que la gran Carrera Internacional del Golfo, con sus 10 kilómetros de distancia, entre Veracruz y Boca del Río fuera todo un éxito. Y aunque al final así ocurrió, la carrera porteña se ensombreció con la tristeza de dos muertes ocurridas durante el trayecto.
El primer caso fue el del empresario cordobés, Gabriel Jiménez García, quien perdió la vida presuntamente por un infarto, y el segundo, corresponde al médico internista Jorge Luis Aceves Durán, originario de Tlaxcala, ambos quedaron tendidos sobre el pavimento de la Avenida Manuel Ávila Camacho, por donde se corrían los 10 kilómetros de la Carrera del Golfo. Aunque en ninguno de los dos casos se ofreció información sobre las causas de las muertes, los organizadores de la carrera emitieron una publicación sobre los hechos.
“Lamentamos profundamente el fallecimiento de nuestros compañeros corredores José Gabriel Jiménez García y Jorge Luis Aceves Durán, y nos unimos a la pena que embarga a sus familiares. Es una pérdida devastadora para toda la comunidad de la Gran Carrera Internacional del Golfo y esperamos que sus familiares encuentren pronta resignación”.
Ante estos hechos lamentables y dolorosos no queda más que tomar conciencia de que volver a las pistas, sobre todo, después de esta pandemia que nos volteó la vida, no siempre es sencillo, dos años pesan en el cuerpo y la mente, más cuando la edad va en contra y existen condiciones de salud. Nuestro cuerpo no es el mismo que era antes de la pandemia y, sobre todo, si nos contagiamos de COVID-19, todo nuestro organismo se vio afectado y, por lo tanto, hay que tomar las debidas precauciones y cuidados antes de volver a correr.
Investigaciones han demostrado que el virus puede afectar muchos órganos, particularmente el corazón y los pulmones, por lo que es necesario visitar a un médico antes de volver al ejercicio para evaluar la salud pulmonar y cardiovascular, y así saber cómo debemos regresar a correr.
No podemos dar por hecho que todo está bien sólo porque nos sentimos bien o porque hayamos corrido maratones en el pasado. En este caso, ser precavidos no sólo es asunto de responsabilidad, es garantizarnos que podremos correr con seguridad y logrando nuestro máximo rendimiento.
La recomendación es la misma de siempre: visitar al médico, tomarlo con calma, escuchar las señales del cuerpo, ponerse expectativas realistas y disfrutar el proceso. Y si tu plan es participar en una carrera de 10km, 21km o un maratón, lo mejor es que la prepares como si fuera tu primera vez en la distancia elegida, empezando casi desde cero, con el propósito de ir midiendo el avance y la forma en cómo tu cuerpo y tu mente se van adaptando poco a poco al esfuerzo para seguir por una ruta segura.
Hagamos que correr siga siendo una fiesta de vida y no un desenlace fatal.
POR ROSSANA AYALA
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