Como en un juego de póker donde los jugadores esconden sus cartas, blofean para desorientar al contrario y calculan matemáticamente sus posibilidades de triunfo, la elección de gobernador en el Estado de México se encuentra en estos momentos en un tenso duelo de estrategias en el que el PRI y la oposición no enseñan claramente su juego, manejan los tiempos y esperan a que el contrario caiga en tilt y se ponga nervioso al momento de definir su jugada decisiva.
En estos momentos los dos jugadores en la mesa esperan el movimiento del otro. De un lado el PRI quiere saber si el PAN y el PRD concretarán una alianza, ya sea entre ellos o con otros partidos, para contender juntos por la gubernatura –lo que matemáticamente les daría posibilidades reales de triunfo y complicaría la elección al priismo— y si lo logran antes del 24 de diciembre cuando vence el plazo que la ley establece para el registro de coaliciones. Esa espera ha hecho que la elección del candidato priista a la gubernatura se traslade hasta el próximo 20 de enero de 2017, cuando ya esté definido a quién se enfrentara como adversario quien resulte abanderado del tricolor. “Estamos esperando para ver qué hacen los de enfrente y tomar la mejor decisión para definir una candidatura que garantice el triunfo”, dijo una fuente de alto nivel en el PRI mexiquense.
La terna finalista de aspirantes en el PRI sigue intacta, según las fuentes consultadas: Alfredo del Mazo, Ana Lilia Herrera y Carlos Iriarte, serían los que tienen hasta este momento las posibilidades reales de obtener la nominación, dependiendo de si hay o no acuerdo para una alianza opositora, si se registra a tiempo y quién será el candidato de una coalición de partidos. En el caso del PRI se da por hecho que, quien sea el candidato, irá apoyando por el PVEM y Nueva Alianza.
Mientras, del lado opositor su jugada es lograr concretar una alianza que, en términos matemáticos –por la suma de las votaciones históricas— pondría en jaque el dominio priista en el último gran bastión del viejo partido y la tierra del presidente Enrique Peña Nieto y de su grupo. En estos momentos continúan contactos al más alto nivel entre las dirigencias nacionales del PAN y del PRD, además de que se negocia también con los dirigentes del PT y Movimiento Ciudadano en busca de un “gran frente opositor” que pueda enfrentar la poderosa maquinaria del priismo mexiquense, potenciada con todo el apoyo de los programas sociales de la Sedesol y otras dependencias del gobierno federal que recorren el estado repartiendo apoyos a las bases clientelares del PRI.
Las negociaciones, encabezadas por Ricardo Anaya y Alejandra Barrales, además de Dante Delgado y los dirigentes del PT, buscan ponerse de acuerdo en el nombre de un candidato que encabece la alianza y que avalen todos los partidos. El descarte de Josefina Vázquez Mota, quien finalmente habría tomado la decisión de no ir como candidata, ha aumentado las posibilidades de que Alejandro Encinas, actual senador de la República por el PRD sea quien abandere una coalición opositora, aunque falta que se pongan de acuerdo en los términos de la alianza y en cómo sería el reparto de candidaturas para el Congreso local y las 122 alcaldías que también estarán en disputa.
No hay aún nada definido pero los contactos continúan y “hay buena disposición y voluntad de las partes para negociar un acuerdo que convenga a todos, con la idea prioritaria de que, si no es aliados, difícilmente se le podrá ganar al PRI en el 2017”, dijo a esta columna una fuente cercana a las negociaciones de la oposición.
Es seguro que en el juego de póker en el que se ha convertido la selección de los candidatos a la gubernatura del Estado de México, tanto el PRI como la oposición alarguen sus tiempos hasta el límite y que se vayan a festejar la Navidad y las fiestas decembrinas aún sin abanderados, y todo se defina a partir del 20 de enero. ¿Quién resistirá más en este duelo de póker y quién tendrá la mejor carta para ganar la estratégica gubernatura del Estado de México?
NOTAS INDISCRETAS…Nada bien cayeron en el mundo cultural los intentos de algunos “acelerados” que, en plenos funerales y homenajes de Rafael Tovar y de Teresa, ya empezaban a preguntar quién sería su sustituto en la recién creada Secretaría de Cultura. “Además de prematuro e irresponsable, es de muy mal gusto comenzar a hablar de nombres. Primero cerremos el duelo, despidamos a Tovar y de Teresa, evaluemos su gran legado y hasta después pensamos en nombres”, dijo el escritor Benito Taibo, amigo cercano del fallecido secretario y quien acaba de ser nombrado director de Radio UNAM. Tiene toda la razón Benito, pero además, conociendo el estilo del presidente Peña Nieto, de alargar eternamente los nuevos nombramientos es posible que en Los Pinos no les corra prisa…Los dados mandan Serpiente. Caída libre.