Con altas temperaturas en casi toda la República, y un calor atípico que nos agobia aún antes de que empiece el verano, los mexicanos enfrentamos olas climáticas que nos exponen a sufrir deshidrataciones, bochornos y golpes de calor, además de insolaciones y afectaciones a la piel por los también elevados niveles de radiación solar que están superando los parámetros saludables para el ser humano.
Desde mediados de mayo, y hasta finales de junio, los científicos de la UNAM y las autoridades meteorológicas de la Conagua han detectado al menos cuatro “olas de calor” que alcanzan casi 80 por ciento del territorio nacional, afectando a la mayoría de las ciudades del país, en donde ya se reportan, al menos, nueve personas muertas por golpes de calor, deshidratación o enfermedades gastrointestinales.
En el caso de un corredor es necesario tomar ciertas medidas para evitar que estas altas temperaturas tengan consecuencias en la salud, incluso, puedan ser fatales. ¿Pero cuánto es demasiado calor para salir a correr? Depende de la preparación del atleta y de las condiciones en las que habitualmente entrena, pero como corredores debemos entender cómo reacciona nuestro organismo ante las altas temperaturas: Cuando corremos el cuerpo genera calor, si la temperatura ambiente es baja —lo ideal es entre 10 y 16 grados centígrados– este calor sale del cuerpo sin problema, pero a medida que la temperatura ambiente sube, el cuerpo se queda con ese calor, sumándole el del medio ambiente.
Si este calentamiento excesivo del cuerpo llega a los 40 grados centígrados, se produce el llamado golpe de calor con síntomas como mareos, fatiga, calambres, náuseas y puede provocar hasta la muerte. La mejor manera de impedirlo es evitar salir a correr con temperaturas ambiente superiores a los 30 grados centígrados.
Otro factor a tomar en cuenta es la humedad: A mayor humedad, mayor es la sudoración, y por consecuencia el calor acumulado en el cuerpo y la deshidratación también aumentan. En un entrenamiento se llegan a perder de uno a cuatro litros de sudor, por lo que una buena hidratación es tan importante como la alimentación, sin embargo, un exceso de agua puede ocasionar pérdida de electrolitos, sales y minerales importantes, provocando fatiga y mareo.
Debemos evitar el exceso de bebidas diuréticas como té, café y alcohol, al menos en la temporada de mayor calor y usar gorra, bloqueador, ropa ligera y transpirable, de preferencia en colores claros.
Y si en estos días de “ola de calor” te toca hacer una carrera mayor a 10 kilómetros es necesario hacer una estimación del tiempo real que tardarás en lograr tu objetivo; a este tiempo debes agregar un tiempo extra por desgaste por calor y ajustarte inteligentemente a ello; además de planear bien la hidratación y estar siempre atentos a las reacciones del cuerpo.
¿Es posible correr en estos días de calor? Sí, si entendemos cómo funciona el cuerpo ante las altas temperaturas. Mis consejos son correr lo mínimo y a ritmos bajos. Hidratarse bien antes, durante y después del entrenamiento, protegerse del sol y parar al menor síntoma extraño. Con preparación y sentido común deberías ser capaz de terminar en forma segura tu carrera o tu entrenamiento.
POR ROSSANA AYALA
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