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lunes, diciembre 30, 2024

UNA PIÑATA NAVIDEÑA, CON TODO Y COLACIONES

Esta es el último lance de los dados en este año 2022 que se nos va. Ha sido un año de recuperarse del dolor, las pérdidas, la crisis y la sensación de que la vida nos cambió tras la pandemia del Covid. Pero también ha sido un año de aprendizajes y lecciones; donde supimos que, los que sobrevivimos a esta dura prueba, somos capaces de seguir y, aún con el dolor y el recuerdo a cuestas de los que partieron, podemos levantarnos y retomar poco a poco el camino para vivir intensamente el presente, aprendiendo del pasado y sin ansiar el futuro.

Con todo mi agradecimiento, reconocimiento y amistad, deseo a todos los amables lectores, con los que tenemos ya una relación de más de dos décadas conectándonos cada día a través de la pluma y la palabra, que estos días sean ocasión de reencontrarse, de revivir las emociones y los sentimientos, de fortalecer las conexiones familiares y humanas, y sobre todo de alcanzar la paz a través del perdón y la reconciliación. Y de corazón también les auguramos que el 2023 será al mismo tiempo reto y oportunidad, dificultades, pero también creatividad y soluciones; seguro habrá dolor, caídas y tropezones, pero indudablemente tendremos también la posibilidad de recomenzar, de reinventarnos y, alimentándonos de la alegría y de la energía de los buenos momentos con quienes nos aman y amamos, levantarnos siempre y seguir haciendo camino.

Va esta columna que, como piñata, contiene los temas, datos y reflexiones, personales y políticas, que les dejamos para cerrar este año y dedicarnos a recuperar un poco de paz en este mundo complejo.

LA SUSTITICION DE BARBOSA: ANTES DEL NOVENARIO, FUE ROSARIO

La noche del miércoles pasado, cuando acababan de sepultar los restos del gobernador Miguel Barbosa Huerta, tras los homenajes de despedida, en Puebla se activó de manera sorpresiva una rápida y precisa una operación de poder para designar al gobernador sustituto que terminará los dos años que le restan al sexenio del mandatario fallecido.

Cuando desde el centro ya se operaba para mandar desde acá el nombre del sustituto, que estaba por definirse entre la propuesta del líder nacional de Morena, Mario Delgado, que impulsaba a la gubernatura a su amigo, el coordinador de los diputados, Ignacio Mier Velasco, acérrimo enemigo de Barbosa, desde la Casa Aguayo salió la orden para que se convocara a sesión extraordinaria del Congreso a eso de las 9 de la noche. Y la orden la dio, más que la gobernadora interina, Ana Lucía Hill –que cual Lazcuraín apenas duró unas horas en el cargo— la mujer que co-gobernó con su esposo y, que, ante su ausencia, se convirtió en la nueva jefa política de Puebla: María del Rosario Orozco Caballero.

Resonaban aún los discursos y elegías dedicados al gobernador fallecido, incluida la del presidente López Obrador, cuando la campana del pleno del Congreso local sonó para iniciar una sesión donde ya estaba previamente definido el nombre del gobernador sustituto: Sergio Salomón Céspedes Peregrino, quien era presidente del Congreso y fue votado por mayoría abrumadora de 38 de 39 diputados presentes como el titular del Poder Ejecutivo para los próximos dos años. La señora operó de inmediato y sin esperar indicaciones o imposiciones del centro, pues además de Mier Velasco, que era el candidato de Mario Delgado, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, le había propuesto al senador poblano y presidente del Senado, Alejandro Armenta, como para sustituto a su estado.

Rosario Orozco no quiso dejar la gubernatura en manos de adversarios internos de su esposo y decidió hacer valer la soberanía estatal, que desde el centro fue interpretada como “agandalle”, al menos eso revelan los tweets que subieron Mario Delgado y Marko Cortés, tras la apresurada y sorpresiva designación: “Ojalá y nuestros diputados en Puebla tengan tantito respeto por la memoria de nuestro compañero Miguel Barbosa, que todavía no es sepultado y ya quieren nombrar gobernador sustituto”, dijo el líder morenista, mientras el panista, que cuestionó incluso a sus diputados que votaron a favor de la sustitución, comentó: “Aún Barbosa no ha sido sepultado y ya se repartieron el poder, habiendo tenido 30 días para la designación del interino, lo hacen en lo oscurito sin una agenda mínima de compromisos públicos”.

Lo más interesante del asunto es que el nuevo gobernador poblano fue un priista de toda la vida que como diputado votó y avaló la mayoría de las reformas e iniciativas del también fallecido ex gobernador, Rafael Moreno Valle, y apenas en 2021 terminó su gestión como alcalde de su natal Tepeaca por la alianza PRI-PAN-PRD. Es decir, que aun cuando era cercano y de la confianza de Barbosa y por eso lo eligieron, el nuevo mandatario es más PRI-AN que Morena. Eso sí, después del despliegue de poder y el acto de soberanía ante el centro, quedo muy claro que Sergio Salomón será el gobernador formal, pero detrás estará la verdadera jefa política y el poder en Puebla.

SALINAS PLIEGO, ¿RUPTURA O DISTANCIA CON AMLO?

De los pocos amigos empresarios que le quedan al presidente López Obrador –es decir, que más allá de las relaciones políticas y de negocios, realmente tengan cercanía con el mandatario— Ricardo Salinas Pliego es sin duda uno de los más cercanos. Aunque en este momento ya no sabemos si lo siga siendo porque desde meses la relación entre el poderoso dueño de Grupo Salinas y el jefe del Ejecutivo comenzó a tensarse cada vez más, primero por las posiciones y ataques que lanzaron grupos de los duros de Morena contra el empresario en redes, acusándolo de negarse a pagar sus adeudos de impuestos con el SAT, y luego por la cacería y presiones que emprendió en su contra la ex directora del SAT, Raquel Buenrostro.

La distancia de Salinas Pliego con Palacio empezó a sentirse en el tono cada vez más subido de sus tweets en contra de algunos integrantes de la 4T con los que sostiene discusiones encendidas y en muchos casos subidas de tono, como la secretaria General de Morena Citlali Hernández, a quien responde a sus cuestionamientos por sus adeudos al SAT, con un lenguaje ofensivo y que remarca y estigmatiza a la senadora por su sobrepeso.

En contraparte, en Palacio Nacional comenzaron a tomarse como un tema de “mensajes de Salinas Pliego” las intervenciones en tribuna y declaraciones en medio cada vez más fuertes y duras contra el presidente de la senadora Lilly Téllez, a quien asocian con el empresario por haber sido durante muchos años conductora de TV Azteca.

El caso es que de los dos lados los ánimos se fueron tensando y el momento en el que empezó a reventarse la cuerda fue cuando el presidente de Grupo Salinas anunció, en su popular cuenta de Twitter, que finalmente había pagado su adeudo con el SAT por 2,800, que según el gobierno debía desde 2006, luego de varios litigios y amparos que finalmente perdió. Eso sí, el empresario se dio el lujo de pagar hasta que no salió Raquel Buenrostro de la dirección del SAT y justo el día que el presidente la nombró secretaria de Economía, Salinas Pliego hizo el pago de su adeudo.

Ya para entonces el dueño de TV Azteca llamaba “gobiernícolas” a los funcionarios de la 4T a los que constantemente cuestiona y critica en las redes, pero el primer viso de rompimiento o al menos mayor distanciamiento con el presidente, se dio cuando López Obrador en su conferencia mañanera aludió directamente a Salinas Pliego cuando le preguntaron si se arrepentía de haber sumado a su movimiento a personajes como Lilly Téllez. El presidente respondió que a Téllez la había invitado, a instancias de Alfonso Durazo, por ser de la sociedad civil, pero dijo que se había equivocado. Y luego, sin que viniera al caso, comenzó a hablar de Salinas Pliego y de cómo el empresario había ordenado golpearlo, en los noticieros de TV Azteca, cuando fue candidato a Jefe de Gobierno, en el 2000, porque “su candidato era Santiago Creel”. La anécdota presidencial terminó reconociendo que, tras su triunfo en las elecciones de aquel año, Ricardo Salinas le habló y le dijo que “aunque no eras nuestro candidato, te vamos a respetar porque ya eres autoridad”.

Después de las alusiones del presidente en su mañanera, el empresario publicó un tweet el pasado 7 de diciembre, tras conocerse la deposición del Presidente del Perú, que parecía un mensaje a Palacio Nacional: “Cuando veas las barbas de tu vecina cortar, pon las tuyas a remojar”, dijo Salinas. Y un par de días después, en su mañanera, López Obrador se refirió a “los que me dicen que, con lo que pasó en Perú, que ponga mis barbas a remojar” y tras soltar una carcajada, respondió: “Lo que no saben es que yo ya los rasuré”.

Y entonces, con un Salinas Pliego cada vez más claridoso contra la 4T y sus “gobiernícolas” a los que lo mismo les pide ocuparse de lo más importante que es “la seguridad y la economía” que hacer su trabajo y controlar la inflación, y un presidente que reconoce que el empresario “finalmente pagó sus impuestos” pero le recuerda campañas adversas en su contra, será que la “magnífica relación” que el empresario regio decía tener con López Obrador, en su documental “Ricardo Salinas Pliego, constructor de Realidades”, de octubre pasado, ¿seguirá siendo tan magnífica o más bien se ha enfriado al punto de ruptura?

A COLLADO LE PIDEN 400 MILLONES DE PESOS PARA LIBERARLO

El abogado Juan Collado pasará su cuarta navidad en la cárcel con problemas de salud que se le han agravado y complicado en estos cuatro años en los que sigue preso, a pesar de sus intentos por llegar a un acuerdo con la Fiscalía General de la República y volverse testigo protegido para involucrar y acusar a Julio Scherer en una presunta red de extorsión y lavado de dinero a través de varios despachos de abogados que, según afirmaba Collado, le pidieron dinero a cambio de “arreglarle su asunto” con la FGR.

Aún cuando al abogado no le han podido probar plenamente las acusaciones que le hicieron por delincuencia organizada y lavado de dinero, a partir de la supuesta compra fraudulenta de un edificio de oficinas, ni siquiera los delitos de defraudación fiscal y de transferencias financieras ilegales a Andorra, su permanencia en la cárcel se debe claramente a una consigna política dictada por este gobierno.

Y en los intentos de su familia por solicitar su liberación, debido a su estado de salud, hace unas semanas trascendió que el gobierno federal había fijado una cantidad de 400 millones de pesos para un “acuerdo reparatorio” que tendría que pagar Juan Collado para salir de la cárcel. Cuando los abogados de Collado preguntaron por qué tanto dinero y de dónde había salido la cifra para que les pidieran pagar eso a cambio de la liberación de su cliente, la respuesta fue de lo más interesante.

Resulta que cuando se estaba llevando a cabo la rifa del avión presidencial, en septiembre de 2020, durante una reunión de gabinete de seguridad, uno de los funcionarios presentes le comentó al presidente López Obrador que lo habían buscado familiares de Juan Collado para decirle que querían “cooperar” con la compra de boletos para la rifa del avión. “Me dijeron presidente, que ellos están dispuestos a comprar 400 millones de pesos en boletos”, dijo el funcionario que llevaba el supuesto ofrecimiento de la familia Collado. “¿Tanto?”, dijo sorprendido el presidente. “Entonces más bien quieren comprar su libertad, díganles que no”.

De entonces a la fecha han pasado más de dos años y hoy que, desde el gobierno reviven la posible liberación de Juan Collado, tras no haberle probado ninguno de los delitos y de que su salud se complica cada vez más en la cárcel, algún funcionario se acordó de aquel supuesto ofrecimiento de los 400 mdp de la familia y, como si fueran cualquier cosa, exigen que el abogado pague esa cantidad, si es que quiere dejar la prisión, aún cuando a Collado no lo acusaron de ningún desfalco al erario ni de malversación de recursos públicos y todos los presuntos delitos imputados se referían a dinero utilizado en transacciones entre particulares. ¿Así o más mercantilista y politizada la justicia en los tiempos de la 4T?

NOTAS INDISCRETAS…El jueves que el presidente López Obrador acudió a la Suprema Corte de Justicia, a atestiguar el último informe del ministro Arturo Zaldívar, la comisión de recepción que acudió a recogerlo en la entrada del Palacio de Justicia la formaron las ministras Jazmín Esquivel Mossa y Margarita Ríos Farjat. Cuando las vio, el presidente saludó de mano a Jazmín, que está buscando ser presidenta de la Corte y a la que reconoció como su candidata, y cuando volteó a ver a Margarita le extendió el brazo y, tras darle un abrazo, camino con las dos integrantes de la Corte. Ríos Farjat le hizo una pregunta personal y mientras subían las escaleras, rumbo al pleno, López Obrador se fue conversando todo el tiempo con la ministra Margarita con la que mantiene una buena relación. Aún cuando algunos insisten en que el presidente se ha distanciado de Ríos Farjat, a quien el mismo propuso para la Corte, la realidad es que la ministra regiomontana sí ha votado de manera independiente en varios temas y sí defiende sus posiciones y convicciones a la hora de asuntos delicados que impactan incluso al gobierno, pero lo que no es real es que presidente no la vea bien o le niegue el saludo, como afirman algunos. Al menos lo que se vio el jueves es que el presidente sigue tratando bien a la que fue su primera directora del SAT y hoy es parte de otro poder…En Coahuila los morenistas están más confundidos que un perro a medio periférico. Y es que cuando todas las señales apuntaban a que el candidato del presidente para ese estado era Ricardo Mejía Berdeja, al final la decisión de Morena y sus encuestas favorecieron al senador Armando Guadiana que siempre fue el mejor posicionado, aunque no tiene ya cercanía con el presidente. Luego vino el berrinche de Mejía Berdeja, que desconoció a las encuestas de Morena y las calificó de “amañadas” y la amenaza de que se iría por otro partido con su movimiento, para que al final, el presidente decidiera mandar a Mejía Berdeja como su “representante para los proyectos relevantes de Coahuila ante la Federación”, es decir, que verá asuntos como los temas del agua, el mando policial único en la Laguna y el tema de Altos Hornos de México, al mismo tiempo que seguirá siendo subsecretario de Seguridad federal. Lo que se preguntan los morenistas es si Guadiana va a ser el candidato oficial de Morena, pero el posible candidato sustituto sería Ricardo Mejía; es decir, que tal vez el presidente quiere tener listo a Mejía por aquello de que el senador Guadiana no pueda ganar o llegar a la elección por su complicado estado de salud. Y no faltan los coahuilenses que ya digan que, al mandar a Mejía como un “supergestor” por encima incluso del “superdelegado” de la 4T, el presidente está reviviendo la figura de Camacho Solís con la que le hizo sombra a Colosio en aquel aciago 1994. ¿Será que a Guadiana lo van a bajar de la candidatura si ven que no puede? Los dados cierran semana y año con una Escalera doble para todos los amables lectores. Se guardan por unos días en el cajón y volverán a rodar a partir del lunes 9 de enero. Hasta entonces. Y felices fiestas.

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