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lunes, diciembre 23, 2024

Preparando el maratón

Faltan tres meses para el Maratón de la Ciudad de México. Si eres de los muchos que ya se preparan para la mayor fiesta deportiva capitalina, estás en el tiempo exacto para reforzar tu entrenamiento. Hay que conocerse muy bien para hacer una buena carrera. No sólo en lo que tiene que ver con lo físico, sino también en el aspecto psicológico, porque tienes que estar preparado para esos momentos cuando el ritmo lo marca la cabeza y el cuerpo simplemente obedece.

Para la gran mayoría de los corredores, los kilómetros 10 y el 21 son los puntos de mayor valor psicológico de la prueba. Los primeros 10 marcan el verdadero inicio del maratón, aparecen leves síntomas de cansancio, alguna pequeña molestia. La sensación eufórica y nerviosa del principio ya ha desaparecido, pero casi nadie se plantea abandonar la carrera. Sin embargo, empiezan a surgir los primeros pensamientos negativos.

Después de 10 kilómetros, que son muchos kilómetros, nos cuestionamos ¿por qué estoy aquí? Pero decidimos no pensar que nos quedan 32 kilómetros. Nos concentramos en llegar al 15; y de ahí el 20 o, incluso al 21 —al medio maratón—, pero hasta ahí, por el momento, después, Dios dirá, pues entre más kilómetros ponemos en nuestra mente, más nos agobiamos.

Y cuanto más nos agobiamos, más dudamos de poder lograrlo. Lo mejor es ir poco a poco y disfrutar.

También es cierto que la etapa aburrida del maratón es ésta, del kilómetro 10 al 20. Es la parte más mecánica de la carrera y también peligrosa, hemos alcanzado un buen ritmo hasta llegar a una especie de inercia, pero poco a poco, el cuerpo se va desgastando; si nos dejamos llevar y aceleramos, en algún momento, antes o después, nos pasará factura.

Cuando llegamos a la mitad de la carrera, muchos atinamos a pensar que el recorrido es de ida y vuelta, que a partir de ahí, el camino es de regreso.

Tratamos de mantener la cabeza fría para pensar cosas positivas, pero caemos en la trampa de la mente que nos dice: “Con lo cansado que estoy y me faltan otros 21 kilómetros… hasta aquí llegué”.

Pero ayuda mucho que el paso por el medio maratón es festivo, los corredores nos aplaudimos, nos animamos unos a otros, porque nos damos cuenta que la meta ya no está tan lejos.

Es absurdo y mágico a la vez, porque en el kilómetro 19 tenemos la sensación que no lo lograremos y en el 21 ya pensamos en la meta.

¿Qué clase de locos seremos que hasta somos capaces de engañarnos y manipularnos de esa manera con el único fin de seguir corriendo? No lo sé y prefiero no saberlo. Pero si tú quieres encontrar tu propia respuesta, no te detengas, que estás a nada de alcanzar la meta.

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