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viernes, octubre 18, 2024

¿Cuánto vale ganar?

Un amigo corredor, de los que terminan un maratón en menos de tres horas, me decía un día que no sabía qué tiene más mérito, si hacer un buen tiempo en la carrera o hacer más de 5 horas y media. “Yo no podría, soy incapaz , me volvería loco y me moriría del cansancio si permaneciera casi seis horas corriendo, aunque fuera lento”.

La diferencia entre hacer tres horas o cinco horas y media en un maratón está, tal vez, en que son retos distintos. Ser veloz y hacer una buena marca personal requiere de muchas cosas, entre ellas, un gran trabajo y preparación física, pero para lanzarte a la calle y estar dispuesto a trotar durante largas horas, hasta llegar a la meta, se requiere de una gran fuerza mental y de voluntad. Yo pertenezco a este segundo grupo, a los que tal vez no somos ni muy fuertes, ni muy veloces, pero poseemos lo que hay que tener para terminar una carrera.

Lo cierto es que un maratón es un reto muy personal en el que cada corredor establece su metas y lucha por alcanzarlas. Para muchos corredores el principal objetivo es ganar, otros aspiran a estar entre los 50 ó 100 primeros que cruzan la meta, la mayoría busca mejorar sus marcas personales y también hay para los que el hecho de terminarlo, sin importar el tiempo, ya es un gran triunfo.

En el maratón de Nueva York, por ejemplo, puedes observar a miles de personas de todo el mundo corriendo cada cual a su manera, a su paso, con sus propios objetivos y ambiciones, con diferentes perspectivas, en pequeños universos aparte pero, quizás con un único mensaje: correr es una manera de estar en este mundo.

No podemos negar que el maratonista también es un personaje sufrido. Aprender a sufrir cuando se corre es sano y se trabaja diariamente, lo sabemos los corredores. Desarrollar la capacidad de sufrimiento ayuda a superar malos momentos, tanto en la pista como en la vida, pero no hay que confundirla con la imprudencia porque cuando las cosas no van bien en una carrera, es de sabios parar. En un maratón el dicho: “una retirada a tiempo es una victoria” es muy cierto. Aunque nos cueste mucho asumirlo.

Para los corredores de todos los niveles, cruzar una meta es algo grandioso, ya sea que lo hagan para escapar de la pobreza, para alcanzar la gloria, para mejorar su salud o sólo para demostrarse a si mismos que pueden, en una victoria personal y privada.

La recompensa está en el camino y así, sin saber cómo, de pronto se pasa de una carrera de 10 kilómetros hasta cruzar la meta de un maratón. En ese camino, el corredor busca forzar el límite de sus propias capacidades y posibilidades, además de profundizar en el conocimiento de su mente, no importa si te lleva menos de 3 horas o más de 5; al fin y al cabo, no gana quien llega primero, sino el que más disfruta.

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