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viernes, julio 26, 2024

El buen corredor

El corredor es un ser sufrido e inconsciente por naturaleza. Muchos se lanzan a correr, sin ningún tipo de preparación ni acondicionamiento, y después pasan la mayor parte del tiempo lidiando con dolores en diferentes zonas del cuerpo. Las únicas partes que se salvan son las orejas, porque hasta la salud bucal, por extraño que parezca, está relacionada con lesiones y el adecuado rendimiento de tendones, fibras, ligamentos y demás componentes del sistema muscular y nervioso.

Poca gente sabe, por ejemplo, que problemas en dientes y muelas están directamente ligados a posibles lesiones musculares y problemas de equilibrio. Estudios de biología molecular han demostrado que las bacterias que provocan procesos infecciosos en la dentadura, como caries o procesos inflamatorios como gingivitis y periodontitis, pueden migrar facilmente por el torrente sanguineo, provocando retraso en la recuperación del tejido muscular. También está probado que una mordida con mal engranaje de los dientes, está relacionada con defectos del equilibrio. Por eso la visita al dentista no es cosa menor para cualquier persona, y en particular para un corredor.

En México no se acostumbra acudir, como en otros países, al cardiólogo, al nutriólogo, a un fisioterapeuta, y mucho menos visitar al dentista como parte integral de la vida deportiva. Las razones a veces son económicas, pero también está la creencia de que como no hay molestia o dolor, la salud es buena. Suponer que se goza de buena salud y por lo tanto desconocer la verdadera capacidad del cuerpo para resistir el esfuerzo que significa correr o someterse a un proceso de entrenamiento, es un error común que puede traer consecuencias negativas a la salud.

Según cifras de Run México y publicadas por Deportes inc. en 2018, en México la cantidad de corredores habituales aumentó 40% entre 2013 y 2014, para llegar a la tasa de 2.5 millones, pero además existen 3.5 millones más que lo hacen fuera de las competencias. Mientras que la mayoría de los corredores se encuentran en un rango de 25 a 45 años.

¿Cuántos siguen un plan de alimentación y entrenamiento supervisado, o cuántos calientan antes y estiran después de correr? Si partimos de la idea de que un corredor jamás tendrá la intención de parar de correr, entonces debe buscar a los profesionales de la salud que le permitan realizar esta actividad en las mejores condiciones físicas posibles.

Quien piense que correr se trata de un deporte en el que sólo se necesita un par de tenis, está equivocado. El mejor corredor no siempre es el que más corre, sino el más inteligente para cuidar su cuerpo y su salud. Así que la próxima vez que sientas que algo anda mal, o que el dolor supera los niveles normales, acude al médico para evitar que cualquier problema de salud o lesión se agrave y te impida disfrutar de esta pasión. Recuerda que el buen corredor, por su salud empieza.

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