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domingo, noviembre 3, 2024

Los más veloces del mundo

Cuando el periodista y corredor británico Adharanand Finn, viajó a África en busca de descubrir el secreto de los hombres más veloces del mundo, lo que encontró fue una sencilla verdad: los etiopes y los keniatas pueden correr tan velozmente y por tanto tiempo simplemente porque tienen el deseo de hacerlo.

Para ellos, dice el autor del libro Correr con los Keniatas, la carrera no es un paréntesis en su vida, como para nosotros, “ellos se dedican a correr de manera exclusiva. Corren para cambiar el rumbo de su existencia y esto es al mismo tiempo un deporte, un sueño, una religión y una cuestión de supervivencia”. Corren desde niños, para ir a la escuela y después, corren para abrazar un futuro.

En el maratón de Tokio, primer major del año celebrado el domingo pasado, los etiopes y keniatasdominaron, como casi siempre lo hacen. Entre los hombres, Birhanu Legese triunfó con un tiempo de 2:04:48, y Ruti Aga fue la mujer más rápida con 2:20:40.

El mundo aún no se repone de la impresión que causó el récord mundial del keniata Eliud Kipchoge, en el Maratón de Berlín del año pasado con una marca de 2:01:39, y quien además ha ganado 10 de 11 maratones en que ha competido.

Pero si hablamos de hazañas de los hombres más veloces del mundo, la mayor que un africano ha logrado fue en 1960, cuando por primer vez un etíope ganó el oro en unos Juegos Olímpicos. Fue Abebe Bikila, quien obtuvo la medalla, rompió todos los récords y estableció una nueva marca mundial de 2:15:16 en los 42 kilómetros. Todo eso lo hizo descalzo.

Cuatro años después, en Tokio 1964, a pesar de que convalecía de una operación de apendicitis y de no haber podido entrenar suficiente, Bikila volvió a ganar el oro con 2:12.11, pero esta vez ya calzando sus tenis. En los Juegos Olímpicos de México 68 era el gran favorito pero en el kilómetro 17 se sintió mal y abandonó la carrera. Un año después, en 1969, Abebe sufrió un accidente en un auto que el gobierno etíope le regaló por ganar en Tokio y no pudo volver a caminar.

“Los hombres de éxito conocen la tragedia. Fue la voluntad de Dios que ganase en los Juegos Olímpicos, y fue la voluntad de Dios que tuviera mi accidente. Acepto esas victorias y acepto esta tragedia. Tengo que aceptar ambas circunstancias como hechos de la vida y vivir feliz”, declaró Bikila ya en su silla de ruedas.

Considerado “héroe nacional” en Etiopía y el mayor atleta de la historia, Abebe Bikila murió el 25 de octubre de 1973 de una hemorragia cerebral.

Tal vez, como concluyó el periodista Finn, el secreto de los hombres más veloces del mundo está en que para ellos carrera y vida dependen una de la otra; pero también su velocidad se debe a que, igual en África que en otros lugares, como la sierra Tarahumara, no ha muerto la idea de que el hombre “Ha nacido para correr”.

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