Para correr no necesitas la ropa deportiva más cara ni la más moderna. Una playera, unos shorts y unos buenos tenis son suficientes para saltar a la pista. Pero del equipo básico para cualquier corredor, sin duda los tenis son lo más importante. Un calzado adecuado es imprescindible, es el objeto más preciado del que dependemos, porque se convierte en el soporte y la conexión de nuestro peso y nuestro empuje con el suelo.
Muchas de las lesiones que sufren los corredores, sobre todo los que inician, son provocadas por no utilizar los tenis adecuados a nuestra pisada, a nuestro peso, o al tipo de entrenamiento.
Elegir los tenis adecuados es un asunto complicado, es fácil confundirse ante la gran variedad de marcas y todas te ofrecen su propia tecnología y materiales que los hacen más ligeros o pesados, conservadores o de vanguardia. Es importante no dejarse llevar sólo por las marcas, ni por el precio; los tenis más caros no son siempre los mejores.
Para elegir los más adecuados para ti, debes empezar por la comodidad. Los tenis deben ser cómodos, estables y con buena amortiguación. Si en cuanto te los pones te dan ganas de salir a correr, es un buen inicio, aunque hay que ver otros factores.
Algunos tenis están diseñados según el tipo de pisada, pronadora –al pisar tu tobillo gira hacia el interior del pie– o supinadora –el tobillo gira al exterior del pie cuando pisas–. En mi experiencia, lo mejor es acudir primero al ortopedista para que te diga qué tipo de pisada es la tuya y, de ser necesario, te corrija la pisada con unas plantillas que puedas colocar en unos tenis para pisada neutra.
Otro factor para comprar tus tenis es tu peso corporal. Si tienes sobrepeso o eres muy alto, unos tenis ligeros pueden provocarte lesiones; necesitas tenis estables y con suela más gruesa que amortigüe, pero no muy blanda, porque si hay algún problema en la pisada o en la técnica, tu peso aumentará el daño. Cuando corremos, el impacto con que golpeamos el suelo es igual a tres veces nuestro peso. Si eres delgado, lo mejor serán unos tenis neutros, ligeros, pero estables, sin mucha amortiguación.
Todas las marcas tienen modelos para hombres o mujeres, según sus características y necesidades. Lo ideal es alternar entre dos pares de tenis, porque así los músculos trabajarán cada vez de forma distinta y el pie no se habitúa sólo a un tipo de tenis que pueda modificar la pisada y causar algún tipo de lesión. Pero para empezar, un par es suficiente, y si los cuidas, tendrás muchos kilómetros para disfrutar.
Así que si estás decidido a comenzar o si ya eres un corredor habitual, al comprar tus tenis siempre tómate tu tiempo, busca y compara hasta encontrar la mejor opción, los más adecuados para ti, a tus características y, claro, también a tu presupuesto. Y una vez que te aprietes las agujetas y levantes la cabeza, con tus tenis muy bien puestos, ¡a darle que es mole de olla!