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viernes, julio 26, 2024

Pasión por correr

La pasión por correr ha sido llevada en innumerables ocasiones a la pantalla grande. Muchos directores cuentan historias que inmortalizan lo mismo las hazañas de grandes atletas famosos que de corredores comunes, personas que encontraron en este deporte una inspiración y una motivación para salir adelante y superar problemas en sus vidas o también la fuerza para vencer limitaciones físicas, sociales y económicas.

La filmografía sobre corredores es tan vasta como inspiracional y va desde la cinta más icónica de este género, Carros de Fuego (David Putman, 1981), ganadora de cuatro premios Oscar, que narra la vida real de dos corredores: Erik Liddell (Ian Charleson) y Harold Abrahams (Ben Cross), quienes entrenan para los Juegos Olímpicos de París 1924; hasta la biografía del atleta afroestadounidense Jesse Owensen El héroe de Berlín (2016), que sorprendió al mundo al ganar cuatro medallas de oro, entre ellas las de 100 y 200 metros, al derrotar a los corredores de raza aria, y humillar al mayor supremacista blanco de la historia, Adolf Hitler, en los Olímpicos de Berlín en 1936.

Hay otras cintas que, sin tratar de corredores famosos, tienen la misma fuerza motivacional de personas comunes que se convierten en héroes de las pistas; por ejemplo Corazón de un corredor (2017) que narra la historia de Kevin Shuttler(Grahan Rogers), estudiante estadounidense de una escuela rural que pierde a sus amigos en un accidente de un autobús escolar y encuentra en su habilidad natural para correr la forma de superar el trauma de esa pérdida. Es memorable el discurso del Coach K (Billy Crudup) cuando tratando de hacer que Kevin se enfoque en la carrera, le dice: Correr es el deporte más puro y natural, sin bates, sin pelotas, todo lo que necesitas es tu corazón y tu alma. Los griegos corrían desnudos, los niños juegan a correr, los caballos corren, todos corren por diversión.

También están las historias fílmicas que nos hablan de correr para superar discapacidades físicas o mentales. Dos de mis favoritas son 100 Metros, película española (2016) que narra la historia de la vida real de Ramón Arroyo (Dani Rovira), quien padece esclerosis múltiple y, según los médicos, en un año no podrá caminar ni 100 metros, entonces Ramón decide participar en la prueba más dura del triatlón, el iroman, y entrena con la ayuda de su suegro.

Mi otra película favorita es la coreana Marathon (2005), que cuenta la vida de Hyeong-jin, un joven que padece autismo y que encuentra en la pista, con el apoyo de su madre, una manera de sentirse más relajado y feliz.

Al final, se trate de la vida de grandes atletas o de personas ordinarias que se volvieron extraordinarias cuando descubrieron su capacidad de correr con el corazón, lo que nos aportan estas películas es que, al menos, como dice el Coach K: que correr sea el momento cumbre del día, si tenemos un mal día, que correr lo salve, y en un futuro, si no lo somos ya, podamos convertirnos en los héroes de nuestra propia historia.

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