- Gobierno federal despliega 1,800 militares en Culiacán a un año de la captura de “El Mayo” Zambada.
- Se intensifican operativos y retenes en zonas clave por repunte de violencia entre facciones del Cártel de Sinaloa.
- Claudia Sheinbaum promete pacificar Sinaloa y exige a EE. UU. frenar tráfico de armas y atender consumo de drogas.
Incrementan presencia militar ante repunte de violencia
A un año de la detención de Ismael “El Mayo” Zambada, el Gobierno federal envió 1,800 elementos del Ejército a Culiacán, Sinaloa, para reforzar la seguridad. Entre ellos se incluyen tropas de Fuerzas Especiales y Fusileros Paracaidistas. El despliegue ocurre en medio de una escalada de violencia entre grupos criminales tras la fractura del Cártel de Sinaloa.
Desde días antes del aniversario, autoridades establecieron retenes y operativos móviles en avenidas y accesos principales para detectar personas armadas. La Guardia Nacional y la Policía Estatal participan en los operativos.
Detenciones y decomisos en operativos recientes
En Culiacán y Badiraguato se realizaron varias detenciones. Seis personas fueron capturadas con armas largas, chalecos tácticos y cartuchos útiles. En uno de los casos, una persecución terminó con la detención de una pareja armada. En otro punto, dos hombres fueron arrestados tras intentar huir armados en un vehículo.
Proceso legal de Zambada sigue sin sentencia
Ismael “El Mayo” Zambada, detenido el 25 de julio de 2024 en Texas, permanece en una prisión de Nueva York enfrentando 17 cargos por narcotráfico, lavado de dinero y crimen organizado. Aunque se declaró no culpable, se mantiene en negociaciones con la fiscalía estadounidense para evitar una condena a muerte.
México ha solicitado su extradición para que enfrente procesos pendientes, mientras el gobierno federal exige claridad sobre las condiciones de su captura.
Sheinbaum reitera compromiso con la pacificación
La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que su gobierno trabaja diariamente para devolver la paz a Sinaloa. Llamó a Estados Unidos a asumir su responsabilidad en el combate al tráfico de armas y el consumo de drogas, factores que —dijo— alimentan la violencia en México.
