Aunque no sabemos exactamente cuándo ni cómo terminará esta pandemia, lo que sí sabemos es que el COVID-19 cambiará nuestras vidas y modificará muchos de los hábitos, costumbres y actividades humanas.
Muchas cosas serán diferentes cuando salgamos de nuevo a las calles y tratemos de retornar a la cotidianidad. Por ejemplo, correr en espacios abiertos y participar en carreras organizadas es algo que tendrá que cambiar, en cuanto a la forma que realizamos este deporte, si queremos que sea seguro para la salud de los participantes.
Serán muchos los cambios a los que tendremos que adaptarnos una vez que pase la crisis sanitaria y se levante la cuarentena. El primero, seguramente será correr en solitario y respetando una serie de horarios y normas como el uso de cubrebocas, distancia social al correr, y nada de llegar y saludar de mano o beso a los amigos, como lo hacíamos anteriormente. Deberá también respetarse un protocolo de higiene respiratoria; es decir: prohibido escupir o limpiarse la nariz en la vía pública.
Este fin de semana España flexibilizó las medidas del confinamiento y permitió a los corredores salir a entrenar al aire libre, siempre y cuando cumplieran una serie de protocolos; sin embargo, algunas imágenes de Valencia, “la ciudad del running”, mostraban a miles de corredores sin mascarillas y sin respetar la distancia de cuatro metros recomendada por las autoridades sanitarias.
Decenas de voluntarios, la policía y algunos atletas intentaban organizar a la marabunta de corredores que desde las seis de la mañana estaban ávidos de sudar sus primeros kilómetros, después del COVID-19. Estas imágenes, como las de otros lugares en donde ya se ha permitido la salida de corredores, nos sirven como testigo de lo que puede suceder a medida de que se vayan permitiendo las actividades deportivas al aire libre; por eso es interesante prestarles atención para no cometer los mismos errores.
El regreso a las carreras organizadas también será distinto; podría ser que en una primera etapa la mejor opción sean las carreras virtuales, pero la vuelta a las carreras como las conocemos se ve más lejana. El calendario continuará vacío hasta junio y el panorama es incierto para el último trimestre del año, el golpe para la industria del running será muy duro y tendrá que modificar y cambiar sus reglas, tanto para cuidar la salud de los corredores como para recuperarse del impacto económico, una vez que se levante la pandemia.
Se habla de carreras de menos de cinco mil participantes, con reglas muy claras sobre la distancia entre corredores, más económicas en sus inscripciones y por lo tanto sin chips, sin playeras, ni kits, y con entrega de medallas por correo para evitar aglomeraciones y disminuir al máximo la posibilidad de contagio en un evento de corredores.