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jueves, marzo 27, 2025

Cuidado con el perro

Dicen que el perro es el mejor amigo de los humanos, y personalmente siempre lo he creído así, amo a los perros, tengo en casa tres hermosas perritas, Moshi, Moffin y Coco, y apenas hace poco lloramos en familia la partida de Perdy, una chihuahua que vivió 16 años y fue la primera mascota que tuvieron mis hijos; incluso, durante mi infancia amé profundamente a una hermosa Maltés llamada Ginger que me enseñó lo que es la lealtad, y cómo el amor a una mascota puede unir a la familia.

Confieso abiertamente mi amor perruno, porque no quiero que se malinterprete el sentido de esta columna en la que hablaré de cómo los perros, esos seres tan nobles y leales, a veces pueden ser una amenaza para la integridad física de los corredores ya que coincidimos en los lugares que usamos para correr con los que los dueños gustan de soltar a sus perros. La cuestión es que perros y corredores siempre vamos a encontrarnos.

Recientemente, navegando en redes sociales, encontré en Facebook el caso de una corredora que compartió lo sucedido cuando corría por Ciudad Universitaria y fue atacada por un perro y que, según se aprecia en las fotos que subió, le dejó heridas de mordidas en ambas piernas y una lesión en la cara causada por la caída.

“El sábado pasado a las 10:00 am, corriendo por la UNAM, sufrí el ataque de una perra pastor belga la cual paseaba sin correa, la imprudencia de su dueño trajo heridas graves en la parte trasera de mis piernas, ya que me mordió en cinco ocasiones. Espero sanar muy pronto. Lo que no dejo de pensar es que pudo ser más grave o incluso que una de mis hijas pudo estar en ese terrible momento”, publicó la corredora.

Tampoco yo me he salvado de toparme con algún perrito molesto con mi presencia, afortunadamente no pasó de ser solo un susto, pero ¿qué hacer en esos casos cuando un perro se nos enfrenta? Lo primero sería tratar de interpretar su actitud, si lo hace porque quiere jugar, por curiosidad, o se muestra agresivo. El que ladren no indica nada, de hecho hay videos en Youtube que explican cómo distinguir esas expresiones de los perros y qué hacer en cada caso.

Pero aquí y con base en la experiencia, diremos que lo primero que debemos hacer es dejar de correr y evitar contacto visual. Los expertos aconsejan caminar tranquilamente sin mirarle y darle la espalda, de esta manera también damos tiempo a que el dueño lo controle. En caso de que el perro sea grande y se acerque erizado y gruñendo, lo mejor es alejarse sin correr, pero sin perderlo de vista. Lo más probable es que estemos en lo que él considera su territorio, si nos vamos, el animal se calmará. También se le puede distraer con un objeto, una sudadera, la botella de agua, a modo de escudo para que sea lo primero que muerda, pero si se lanza contra nosotros, lo mejor es curvarse para proteger rostro, garganta y torso. Existen muchas estrategias para defenderse del ataque de un animal, pero depende de cada ataque.

Mi opinión es que estos malos momentos se evitarían si tan sólo los dueños fueran más conscientes y responsables y no soltaran a sus perros con la excusa de que “no hacen nada”, ya lo dijo Antoine de Saint-Exupéry en El Principito: “Los hombres han olvidado esta verdad, pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado”.

POR ROSSANA AYALA
AYALA.ROSS@GMAIL.COM
@AYALAROSS1

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