En un país donde tantas mujeres sufren todo tipo de violencia, en donde es común encontrar que lloran por acoso, por violación, por ataques físicos o sicológicos, ver a una joven de 25 años que solloza porque logró cruzar su primera meta de un maratón internacional, y además alcanzó la marca oficial de 2 horas 28 minutos 55 segundos, que la podría llevar a participar en sus primeros Juegos Olímpicos en Tokio 2020, es sin duda algo digno de comentarse y celebrarlo.
Daniela Torres Huerta, la joven atleta guanajuatense, alcanzó el domingo, en el Tuscany Camp Marathon, en Italia, la marca que la coloca en este momento entre las tres mujeres mexicanas calificadas para correr la Maratón de Tokio en el próximo verano. Y aunque la clasificación de Daniela aún pende de un hilo, porque depende de que otras corredoras mexicanas no logren alcanzar su tiempo, la forma en la que ella celebró el domingo, con lágrimas en los ojos y el sentimiento a flor de piel, da muestras claras de que esta jovencita, que viene de abajo y apenas comienza su carrera profesional en el atletismo, tiene sin duda un gran futuro y es una promesa para el deporte nacional.
La historia de Daniela es la de muchos atletas que descubrieron de manera tardía y casi por accidente su vocación por las carreras. Ella estudió Comunicación en Querétaro y aspiraba a convertirse en una periodista deportiva, porque siempre sintió fascinación por el mundo del deporte. Pero el destino la llevó a inscribirse en carreras pequeñas como una afición que combinaba con su trabajo en el Instituto del Deporte en Querétaro. Ahí corría sólo para mantenerse saludable y en forma, su prioridad era el trabajo; después comenzó a ganar las carreras en las que participaba y ahora está dedicada completamente al atletismo.
La pupila de Enrique Hernández, del equipo Gondi, se suma a Andrea Ramírez y Úrsula Sánchez como las tricolores que registran menos de 2h 29’30” requeridos para asistir a Tokio. Sin embargo, otras corredoras pueden cronometrar marcas menores, ya que el plazo fijado por World Athletics termina el próximo 31 de mayo. Daniela es compañera de equipo de Joel Pacheco, José Luis Santana y Jesús Esparza, quienes ya están clasificados para los Olímpicos japoneses.
Ver a Daniela derramando sus lágrimas al lado de su entrenador, después de cruzar la meta, nos recuerda que los corredores lloramos porque después de muchos intentos y mucho trabajo, conseguimos llegar ahí donde siempre soñamos con llegar, culminando una victoria privada, como la de nosotros los amateurs, o pública y brillante como la de Daniela.
POR ROSSANA AYALA
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