Gane o no gane un maratón, el keniata Eliud Kipchoge siempre demostrará su grandeza y su respeto por una distancia que le ha hecho leyenda, y dada ya su veteranía (40 años) pareciera que también es capaz de reconocer y dar paso a las nuevas generaciones de atletas fuertes, capaces y audaces, gente que, como él, no se rinde y piensa que el ser humano no tiene límites; nuevas generaciones que ahora transitan nuevos mundos y nuevas formas de
experimentar y resistir los kilómetros.
En el maratón de Londres que se corrió el domingo pasado, el keniata no llegó en primero, como en 2015, 2016, 2018 y 2019, en esta ocasión fue el sexto, más de tres minutos después que el ganador.
Aun así, dibujó en su rostro esa sonrisa habitual que lo caracteriza, y después, como un generoso gesto de pasar la estafeta generacional, abrazó a Jacob Kiplimo, de 24 años, quien llegó en segundo lugar, y al ganador, su compatriota Sebastian Sawe, de 30 años de edad.
Además, el maratón de Londres vivió este 2025 una edición histórica: la organización reportó haber recibido 840 mil 318 solicitudes de inscripción, de las cuales confirmó a más de 56 mil participantes, entre ellos 650 mexicanos, que partieron desde Greenwich Park y pasaron por lugares emblemáticos como el Cutty Sark, el Tower Bridge, Canary Wharf y la orilla norte del Támesis, culminando cerca del Palacio de Buckingham en St. James’ Park, en una maravillosa recta final.
Lo cierto es que aun y con el talento y la presencia de los 10 atletas más rápidos del momento, con récords personales menores a 2h:05’, que saben correr con inteligencia para ganar y contar además con un recorrido plano y rápido como lo es el de la capital de Inglaterra, no alcanzó para romper el récord mundial de 2h:00’35” que Kelvin Kiptum registró en 2023 en el maratón de Chicago.
Aun así, en una mañana calurosa y soleada (18 grados), el keniata Sebastian Sawe sorprendió al ganar con un impresionante tiempo de 2h:02’27”. Tras un ataque decisivo en el kilómetro 30, Sawe se adelantó, dejando atrás al grupo puntero de gran nivel competitivo.
La rama femenil contó también con un histórico grupo de talentos: Ruth Chepngetich, la campeona olímpica, Sifan Hassan, Joyciline Jepkosgei, Peres Jepchirchir y la ganadora en esta edición, la etiope Tigst Assefa, con un tiempo de 2h:15’50”, un nuevo récord mundial en carreras sólo para mujeres.
La meta de hacer un maratón abierto en menos de dos horas sigue siendo un empeño fallido. Cada día se está más cerca de ese momento histórico, mientras la tecnología avanza y los atletas y quienes los apoyan no quiten el dedo del renglón, seguramente será inevitable romper esa barrera.
Mientras tanto, sigamos siendo testigos de esta interesante evolución de los límites del ser humano y de cómo en los últimos 10 años han ido mucho más rápido que en décadas anteriores.