En París 2024 la historia será diferente. Se verán romper barreras en el atletismo de pista y fondo. Se hablará de récords mundiales y olímpicos establecidos desde hace años que probablemente caerán en esta edición de los Juegos Olímpicos. Se dice que todo es resultado de la llegada de la fibra de carbono en el calzado, de la tecnología adaptada a los entrenamientos, de los avances fisiológicos en los atletas y de las nuevas pistas que hacen que se corra más rápido que antes.
Y es que cada vez los atletas son más veloces y fuertes en todas las disciplinas. En la final de los 100 metros varoniles, por ejemplo, los ocho primeros lugares corrieron por primera vez en la historia, por debajo de los 10 segundos con el dramático final que le dio el oro al estadounidenese Noah Lyles (9.79 segundos), y la plata al jamaiquino Kishane Thompson, que registró el mismo tiempo que Lyles, (9.79), pero con cinco milisegundos de diferencia (.789).
Con su oro en los 10 mil metros, el ugandés, Joshua Cheptegei, de 27 años, lo ganó todo: el título olímpico que le faltaba –ya que fue campeón de los 5,000 metros y plata en 10,000 en Tokio 2020– y esta vez también el récord olímpico con sus 26:43.14, superando el anterior registro del etíope Kenenisa Bekele, que databa de 2008 (27:01.17). Pasaron 16 años y tres ediciones de los Juegos Olímpicos sin que nadie pudiera romper esa marca de Beijing.
Pero eso no es todo, otros 12 atletas en estos 10 mil metros también rompieron la marca olímpica de Bekele: el segundo, el etíope Berihu Aregawi (26:43.44), y el tercero, el estadounidense Grant Fisher (26:43.46) superaron el registro olímpico de 2008. Hay que aclarar que el récord mundial en la distancia pertenece también a Cheptegei, quien en octubre del 2020 en Valencia, registró un 26:11.00, rompiendo el récord mundial de Bekele de 2005 (26:17.53).
¿Cuál es la diferencia entre récord mundial y récord olímpico? Como su nombre lo indica, la diferencia radica en el lugar y el contexto en dónde se registra. Uno es sólo dentro de los Juegos Olímpicos, y se buscan cada cuatro años, mientras que los récords mundiales se establecen como el mejor desempeño registrado en una disciplina específica y es homologado por las federaciones internacionales correspondientes. Se obtienen en copas mundiales, campeonatos mundiales, clasificatorios y se pueden romper en cualquier momento.
Hoy martes se compite por la final de los 200 metros planos y las favoritas son la jamaiquina Shericka Jackson y la estadounidense Gaby Thomas, quienes intentarán romper el récord mundial de la estadounidense Florence Griffith-Joyner ,que tiene 36 años años de vigencia. Es probable que en esta semana, en París 2024, sobre esa pista color lavanda, podamos ver a otros atletas hacer historia. No nos podemos perder el ser testigos de esas grandes hazañas.
POR ROSSANA AYALA
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