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sábado, julio 27, 2024

EL MAPACHE DETRÁS DEL “BONILLAZO”

En el entuerto releccionista y fraudulento de Baja California, además de la mano ejecutora de Jaime Bonilla, el gobernador electo morenista y sus pactos inconfesables para darle impunidad al mandatario saliente del PAN, Francisco Kiko Vega, también está la autoría intelectual y jurídica del abogado priista Amador Rodríguez Lozano, ex senador de la República y afamado “mapache” u operador electoral, que además de ser cercano a priistas bajacalifornianos como Jorge Hank Rohn y Fernando Castro Trenti, también colaboró como “socio-asesor” de los tres últimos gobernadores de Chiapas: Pablo Salazar Mendiguchía, Juan Sabines y Manuel “El Güero” Velasco.

Amador Rodríguez Lozano, hoy operador cercano de Jaime Bonilla y a quien se menciona como su próximo secretario de Gobierno del estado, fue quien ideó, diseñó y redactó la reforma constitucional que, a la medianoche del pasado 8 de julio, y en una sesión extraordinaria del Congreso local, convocada apenas una hora antes de las 9 de la noche, hizo modificar al artículo 8 transitorio de la Constitución de Baja California para ampliar la duración de la gubernatura que inicia este 1 de noviembre, de 2 años, como se votó en las urnas, a cinco años de duración.

Rodríguez Lozano dice ser originario de Tijuana. Fue senador y diputado por el PRI, cercano a Jorge Carpizo, con quien colaboró en Investigaciones Jurídicas de la UNAM. En Baja California buscó ser candidato a gobernador por el PRI en 2001, pero alegando falta de equidad, renunció al priismo y fue candidato del PT a la gubernatura; luego en 2006 fue candidato de la Coalición por el Bien de Todos al Senado y también perdió. A partir de su fracaso en la política bajacaliforniana se fue a Chiapas invitado por el gobernador perredista Pablo Salazar Mendiguchía.

Con Sabines asumió como coordinador general de gabinete y representante del gobierno del estado de Chiapas en el DF. Se encargaba de redactar proyectos legislativos y lo presentaban como “estratega electoral”. Fue autor del polémico proyecto que desapareció a la Gran Comisión de Congreso del Estado para crear la Comisión de Régimen Interno, con la cual el gobernador Salazar le quitó el control a la mayoría del PRI. El proyecto fue desechado por una controversia constitucional que ordenó al Congreso de Chiapas homologar sus órganos de gobierno con el Congreso de la Unión.

Al finalizar el sexenio de Salazar, Amador fue enviado a coordinar la campaña de Juan Sabines por el gobernador, pero Sabines se opuso y prefirió nombrar coordnador a su amigo, Ángel Córdova Toledo, a pesar de sus problemas con el alcohol. El resultado fue un desastre: en varios distritos aparecieron “casillas zapatos” adjudicadas al PRD-CIOAC, y ante el caos, la mano de Rodríguez Lozano y sus oficios políticos en el centro, impidieron el recuento de votos y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le dio el triunfo a Sabines por diferencia de 0.5%.

En premio, Sabines lo ratificó como Coordinador del Gabinete y Representante en el DF. A sugerencia de Amador, Sabines reformó la Constitución estatal para cambiarle de nombre a la Procuraduría General de Justicia por Ministerio de Justicia y él mismo fue nombrado “Ministro de Justicia” por Sabines. En esa época protagonizó un hecho bochornoso: la detención de un cargamento de drogas. Amador apareció en los medios de comunicación y las pantallas hablando de “varias toneladas de cocaína”. Una semana después tuvo que salir a aclarar que “no era cocaína sino lactosa en polvo”. Después de eso renunció y le regresaron su nombre a la Procuraduría.

Pero Rodríguez Lozano continuó como gurú electoral y de proyectos legislativos de Sabines y en el 2009 impulsaron una reforma a la Constitución Local para suspender las elecciones del 2010 para elegir ayuntamientos y en su lugar proponían que los legisladores asumieran como presidentes municipales y éstos de diputados. Una controversia constitucional revirtió el burdo y absurdo proyecto.

Después de esos ridículos desapareció un tiempo de Chiapas y volvió en 2012 como asesor del gobernador del PVEM, Manuel Velasco Coello, que lo nombró presidente del Instituto de Administración Pública del Estado. En la campaña del morenista Rutilio Escandón volvió a hacer de “gurú electoral” y operador tras bambalinas, lo que le valió ser ratificado en el IAP, aunque tras la llegada de su amigo Castro Trenti a la campaña de Jaime Bonilla, renunció a cargo para regresar como “mapache” a su tierra natal. Y ahora, cuando se enfila a la Secretaría de Gobierno, Amador Rodríguez Lozano volvió a hacer de las suyas al diseñar y operar el “Bonillazo”. ¿Volverán a tumbarle su adefesio jurídico en la Suprema Corte?

NOTAS INDISCRETAS…Por cierto que, a pesar de que el presidente López Obrador, se deslindó del “Bonillazo” y dijo que él no tuvo nada que ver y que de haberlo hecho “se me caería la cara de vergüenza”, ayer el presidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos, subió un duro tweet en el que afirma que Andrés Manuel López Obrador y Jaime Bonilla, ya como presidente y candidato a gobernador, se reunieron en el Hotel Lucerna, de Tijuana, en donde “habrían pactado la ampliación de mandato”, y luego se pregunta si ¿sólo fue a nivel local? Fuerte los señalamientos del líder empresarial que sube una foto de López Obrador y Bonilla en el “lujoso hotel”, además de otra foto donde están en un palco de Beisbol en San Diego cuando acordaron que el ex priista Bonilla, cercano colaborador del ex gobernador Xicontencátl Leyva, fuera candidato de Morena. ¿Tendrá pruebas de una afirmación tan contundente don Gustavo?…Los dados mandan Escalera. Subida.

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