Los neoliberales y tecnócratas más ortodoxos de México ya dan por hecho el triunfo de Andrés Manuel López Obrador. Y en su lógica, que es la de los mercados internacionales, ya comienzan a proponer, a sugerir y deslizar los nombres de quién podría ser invitado por el candidato de Morena para ocupar la Secretaría de Hacienda, bajo a premisa también ortodoxa, de que “tiene que ser alguien que mande una señal de estabilidad, certidumbre y confianza a los mercados y a los inversionistas”; y por tanto, ese “alguien”, sólo puede pertenecer al mismo grupo que ha diseñado, controlado y monopolizado la política económica, presupuestaria y financiera del país en las últimas tres décadas: la tecnocracia neoliberal.
Ese grupo de poder político-económico que llegó al poder con el PRI de Carlos Salinas de Gortari, que se enraizó con la ortodoxia de Ernesto Zedillo, que supo hábilmente transitar la alternancia democracia con el PAN de Vicente Fox y de Felipe Calderón y que siguió controlando la política económica y la Hacienda Pública con Enrique Peña Nieto, hoy se apresta a subirse también al “arca” lopezobradorista.
Para hacerlo, vende un discurso si no de miedo, sí de incertidumbre: que cualquier otro economista que no pertenezca a la selecta casta tecnócrata, con carrera hacendaria, que no sea conocido por ministros del mundo, que no haya pasado por organismos financieros nacionales o internacionales, pero sobre todo que tenga ideas económicas “de izquierda”, no enviará “los mensajes financieros ni los mensajes políticos correctos” a los mercados globales y más bien pondría nerviosos a sus asustadizos inversionistas.
Y en la danza de nombres que ya circulan en columnas o agencias internacionales, se ven claras las manos que siguen moviendo los hilos de la ortodoxia neoliberal en México: los ex presidentes Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo. Si se habla, por ejemplo, de una idea de “continuidad” en Hacienda, para no repetir el “error de diciembre” por la mala decisión de sacar a Pedro Aspe de esa Secretaría, lo que se sugiere, veladamente, es que López Obrador considere mantener a José Antonio González Anaya, que para mayores señas es concuño de Salinas, amén de su cercanía con el actual candidato del PRI, José Antonio Meade.
Pero si los nombres que se barajan son los de Guillermo Ortiz Martínez, ex gobernador del Banco de México y ex secretario del Fobaproa, a quién ayer la agencia Bloomberg mencionaba como un posible titular de Hacienda que buscaría Andrés Manuel; o el de Santiago Levy, también ex colaborador de Ortiz y ex vicepresidente del BID, entonces no hay duda: la mano que se mueve es la de Zedillo.
Así la tecnocracia neoliberal se acomoda a los “nuevos tiempos” y busca retener –con el petate de “por el bien de todos, la estabilidad económica y la salud de las finanzas públicas–”, el control de la misma política económica de los últimos 30 años. No importa que esos apellidos de la ortodoxia neoliberal estén todos vinculados sí a la estabilidad macroeconómica, al déficit de un dígito y a la apertura y globalización de la economía mexicana. Pero también están inevitablemente asociados con la tragedia del aumento de pobreza en más de la mitad de la población; con el ensanchamiento de la brecha de desigualdad entre los más ricos y los más pobres; con los delitos de cuello blanco (Fobaproa, extranjerización de la banca y privatizaciones opacas).
Eso por no hablar de los 1,500 millones de dólares que Ortiz le inyecto a Banamex, Banorte y Bancomer en 94 por órdenes de Zedillo para que no les afectara la crisis; o del papel de Levy en el recorte de programas sociales y su subsecretaría con Serra Puche que propició la fuga de información y de dólares que desató la peor crisis del 95. En fin, mantengamos la estabilidad y la certidumbre, todo sea por el mercado.
NOTAS INDISCRETAS…Faltan 8 días para el tercer y último debate presidencial. Y ayer se definió el orden de participación de los candidatos, quién abre y quien cierra cada bloque. Pero más importante que eso, ayer se definió que a este último debate, contra lo que se había especulado, sí asiste el candidato puntero. Y, según dicen en el cuartel de Morena, López Obrador va “a tenderles la mano” a sus contrincantes ya caídos ¿Será?…El pleito entre Ricardo Monreal y el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, que se desató la semana pasada tendrá hoy su segundo round. A pesar de la petición del PAN estatal para que Monreal “no venga más a Tamaulipas porque desestabiliza”, el zacatecano llega hoy a Victoria y dará conferencia de prensa donde reiterara que el gobierno estatal sigue “amenazando y amedrentando a los candidatos de Morena para que renuncien”. Así que el pleito escalará y de fondo está un Tamaulipas donde el retiro del ejército, a petición del gobernador hace unas semanas, disparó los índices de secuestro y homicidios dolosos, al tiempo que ahora se libra una disputa política feroz entre el PAN y Morena por el control político del estado; la “Tormenta Perfecta”…En Chiapas anoche el dirigente estatal del PVEM, Eduardo Zentento, dijo que los candidatos del Verde y comités municipales “votarán por Andrés Manuel” en la elección presidencial. Esto porque el comité Estatal les dio libertad para votar por quién quieran por la Presidencia, pero que cuiden la elección estatal. Más claro ni el agua…Los dados mandan Serpiente doble. Caída libre.