Con la CNDH sometida por la designación de Rosario Piedra, los reguladores del sector energético controlados y el INAI prácticamente domesticado, el gobierno de la 4T y el presidente López Obrador van por el control del órgano autónomo que más les interesa: el Instituto Nacional Electoral. Sólo después del Banco de México, con el que mantienen una relación tranquila para evitar confrontación, el INE representa la “joya de la corona” en materia de autonomía del Estado y una institución estratégica para el control político y electoral de la República.
Tras varios intentos y repliegues tácticos, la 4T ya decidió dar un primer paso para tomar por asalto al instituto que se encarga de la organización, operación y realización de las elecciones y considerado uno de los pilares fundamentales para la democracia en el país. Esta semana se lanza en la Cámara de Diputados la convocatoria para elegir, por mayoría calificada de votos, a 4 nuevos consejeros del Instituto Nacional Electoral, con lo cual no sólo se sustituye a los consejeros que terminan su periodo (Marco Baños, Pamela San Martín, Benito Naciff y Enrique Andrade) sino que también se modifica radicalmente el equilibrio de fuerzas existente en el Consejo General del INE, a partir de abril próximo.
Y es ahí donde la 4T ha decidido utilizar su mayoría calificada de 341 votos (258 de Morena, 35 PT, 26 PES, 13 PVEM y 9 ex PRD para sacar adelante los nombramientos de los cuatro consejeros electorales del INE (dos consejeros y dos consejeras) sin negociar ni ceder a la oposición ninguna de esas posiciones y eligiendo con su mayoría a cuatro pérfiles afines a los intereses del gobierno y de su proyecto político.
En principio esos 341 diputados les alcanzan para definir la elección, pero sí hubiera un escenario más cerrado en el que se requirieran más votos para alcanzar las dos terceras partes de los diputados presentes en la votación, no dudarían en buscar “votos aliados” o “ausencias útiles” en las bancadas del PRI, PAN y MC y en los diputados sin partido.
La decisión ya está tomada y la estrategia para el asalto al INE está liderada y comandada por el grupo político que más sabe del tema y que tiene la experiencia y los operadores para ejecutarla: el de Higinio Martínez, del Estado de México, cuyo operador más acabado en asuntos electorales es el subsecretario Horacio Duarte. La estrategia inicia con la convocatoria que sale esa semana y con la que inicia el proceso de selección de consejeros el 17 de febrero con la inscripción de los candidatos y la formación del Comité Técnico que depurará las listas de aspirantes y definirá a los candidatos viables al INE.
No hay en estos momentos, ni en la 4T ni en Morena, ninguna duda ni mucho menos pudor sobre la validez de que el partido oficial haga valer su mayoría calificada para tomar las cuatro consejerías que le corresponden “por proporcionalidad y representación democrática”. Si acaso hay dos posiciones en el gobierno y en la bancada oficial en San Lázaro, una más moderada y otra radical, pero las dos coinciden en que es “totalmente legítimo, legal y democrático” que Morena, como mayoría, reclame lo que le corresponde en la integración del INE. La posición moderada dice: “Somos la mayoría y por ley nos corresponde la mayor representación en el Consejo General, donde hoy no tenemos presencia”. Y la postura más radical de plano sostiene que “si en su momento los priistas y los panistas se agandallaron las consejerías, quedémonos con las cuatro posiciones y no negociemos con nadie”.
El cálculo es que con los cuatro nuevos consejeros, sumados al actual consejero José Roberto Ruíz Saldaña, quien llegó al cargo impulsado por el PVEM pero hoy está cerca de Morena, el partido gobernante sumaría cinco votos en el Consejo General del INE y sólo requeriría de un voto más para lograr la mayoría. Esa cifra, si llega a combinarse con una “presidencia rotativa” del instituto electoral, como la que se proponía en la Reforma Política que tiene lista la bancada morenista, añadiría el voto de calidad que la ley le da al consejero presidente.
Así que nadie se sorprenda. Morena y la 4T van por todo para tener el control del órgano de decisión del INE. Si la decisión ya estaba en marcha, se verá reforzada con la molestia que causó la votación anticipada, el viernes pasado en el Consejo General, para aprobar la reelección, por 8 votos contra 3, de Edmundo Jacobo como secretario Ejecutivo del INE, votación que le achacan al consejero presidente Lorenzo Córdova y que ya le valió tremendas y duras “reprimendas” de personajes hasta del gabinete como la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval. Hay quien dice que, al saber que viene el asalto contra el INE, Lorenzo buscó ponerles al menos el dique del control administrativo y operativo desde la Secretaría Ejecutiva. En todo caso La batalla por el INE ya comenzó.
NOTAS INDISCRETAS…Los rumores de una supuesta renuncia del fiscal Alejandro Gertz Maero fueron desmentidos anoche por voceros de la propia FGR, que aseguraban que “el fiscal sigue fuerte en el cargo y ayer cumplió su agenda”. Y aunque la tensión y el desgaste de la relación entre Gertz Manero y la 4T es real, no hay en estos momentos nada seguro sobre ningún movimiento en la Fiscalía. La ley Orgánica de la FGR contempla en su artículo 18 que “el fiscal sólo puede ser removido por el presidente de la República por incurrir en causas graves,”, en ese caso, sigue el artículo, el titular del Ejecutivo federal deberá acreditar ante el Senado esas causas graves que motivaron la remoció e informarlas al Senado, quien deberá decidir si objeta o no la remoción, esto en términos del artículo 102 de la CPEUM. En caso de que ocurra la remoción o incluso la renuncia del fiscal, y después de que en ambos casos se acredite la “causa grave” y de que el Senado decida si la acepta o la objeta, el titular de la Coordinación General de la FGR asumirá como fiscal encargado o sustituto, según el artículo 11 de la Ley orgánica de la Fiscalía. Al final, aunque en la FGR digan que no hay nada y que “el fiscal sigue firme”, siempre es bueno saber qué dice la ley…Los dados abren con Escalera Doble. La semana promete.