Sin esclarecer aún casos graves ocurridos durante su sexenio, como la muerte de 26 personas en la Linea 12 del Metro, que acaba de cumplir un año, o la tragedia de Tlahuelilpan en donde murieron 131 personas por el incendio de una toma clandestina, en la 4T ahora se proponen revivir el caso del asesinato de Luis Donaldo Colosio y reabrir las investigaciones del magnicidio cometido hace 27 años, a partir de las denuncias de tortura y violaciones de derechos humanos hechas por el asesino sentenciado, Mario Aburto Martínez.
La recomendación 48VG/2021, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, emitida en octubre de 2021, solicitó a la Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, y al titular del Organo Adminsitrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social (OADPRS) perteneciente a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, José Angel Avila, se basa en las acusaciones de Aburto, quien se queja no sólo de haber sido torturado durante su detención y proceso judicial, sino también de que “durante 27 años, las autoridades penitenciarias lo han mantenido lejos de su familia, toda vez que los centros penitenciarios donde ha sido recluido se encuentran lejos del lugar donde radican, solicitando urgentemente su traslado a un Centro de Reinserción en Baja California”.
A partir de los señalamientos del asesino confeso de Colosio y de la investigación que realizó el abogado Jesús González Schmall, coordinador del Mecanismo Nacional para Prevenir la Tortura, la CNDH le ordenó a la FGR “a que deberá realizar una investigación del caso que dio origen a la detención y sentencia de la víctima; además, estas nuevas diligencias se deberán abordar sin perjuicio y con perspectiva pro homine, aportar como prueba la propia Recomendación y considerar las múltiples omisiones, ocultamientos y acciones generados en el pasado”.
En cuánto al OADPRS, dependiente de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, la recomendación de la CNDH acusaba que desde su detención y encarcelamiento en 1994, hasta la actualidad, Aburto denuncia haber sido torturado por agentes del MP Federal que intervinieron en su detención trasladaron al CEFERESO 1, además de que los médicos de dicho centro penitenciario actuaron de manera irregular. “También se acreditó que personal médico y custodios de dicho centro de reclusión incurrieron en actos de tortura y que el OADPRS incomunicó al quejoso y lo ha mantenido en CEFERESOS lejanos al lugar en donde habita su familia, lo que constituye una violación a los derechos humanos a la integridad personal y trato digno”, añade la recomendación.
El problema es que esa recomendación, redactada por González Schmall y emitida por la CNDH que preside Rosario Piedra Ibarra generó reacciones e inconformidades dentro del gabinete de la 4T, sobre todo en lo que se refiere a las denuncia de Mario Aburto sobre torturas sicológicas, incomunicación y el traslado a CEFERESOS alejados de su familia en Tijuana, ocurridos en los últimos 27 años, porque eso incluye los 3 primerso años del gobierno de López Obrador. La secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, se quejó de que la recomendación del organismo defensor incluyera a su dependencia, a través de las acusaciones de tortura y maltrato hechas al OADPRPS, que encabeza José Angel Avila.
Fue tan fuerte el reclamo de Rosa Icela, porque se acusara a su secretaría de haber sido responsable de actos de tortura y maltrato sicológico contra Aburto, que la presidenta de la CNDH tuvo que ordenar que se revisara la recomendación que había sido elaborada por Jesús González Schmall y que se le modificara parte de su redacción para que las acusaciones de tortura se limitaran a los gobiernos del pasado y no incluyeran los últimos 3 años, aún cuando el asesino de Colosio también dijo haber sufrido violaciones a sus derechos humanos en lo que va de este gobierno.
La modificación de su informe y de la recomendación 48VG/2021, provocó la molestia de Jesús González Schmall que, según fuentes internas, presentó su renuncia a la CNDH y al citado Mecanismo Nacional para Prevenir la Tortura. Pero con todo y la mutilación que sufrió, la CNDH insistió en su recomendación y ésta ya está siendo atendida por la FGR en donde, nadie sabe como, se proponen reabrir las carpetas de investigación del magnicidio de Colosio, 27 años y cuatro fiscales después.
La gran pregunta es ¿qué va a surgir de una reapertura de un caso que fue quizás el más investigado, pero también manipulado y enredado en la historia judicial del país? Si la FGR llega a atender la recomendación de “investigar la investigación que dio origen a la detención y sentencia de Mario Aburto Martínez” como el “asesino solitario” de Luis Donaldo Colosio y a partir de sus denuncias de tortura y maltrato por parte de las autoridades federales de los últimos 5 gobiernos, ¿habrá nuevas hipotésis, nuevos citatorios judiciales, nuevas declaraciones de testigos y posibles nuevas ordenes de aprehensión contra presuntos asesinos materiales o intelectuales del ex candidato presidencial?
Francamente, con las miles de fojas, diligencias, interrogatorios, pruebas, peritajes y declaraciones de testigos que incluyen los expedientes del Caso Colosio, se ve más que imposible que casi 3 décadas después, la FGR vaya a encontrar algo nuevo en el Caso Colosio o que pueda llegar a imputar a nuevos presuntos culpables. Y entonces, si lo más que podrían lograr es liberar a Mario Aburto Martínez por delitos de tortura cometidos en su contra, ¿quién sería el asesino de Luis Donaldo Colosio Murrieta?
Si no han podido dar con los culpables de la muerte de 26 personas por el derrumbe de la Linea 12 del Metro, ni aclararon nunca de quién fue la culpa por la trágica muerte de 131 personas que robaban combustible de una toma clandestina en Hidalgo, por no hablar de las múltiples masacres y casi 120 mil homicidios dolosos cometidos en este gobierno, ¿podrán revivir y resolver un magnicidio que en la opinión colectiva de los mexicanos nunca fue resuelto?
NOTAS INDISCRETAS…A pesar de la negativa contundente de la Casa Blanca de incluir e invitar a la Cumbre de las Américas en Los Angeles a los dictadores de Venezuela, Cuba y Nicaragua, el presidente López Obrador ayer pidio “no adelantarnos” y desoyendo la respuesta del subsecretario de Estado, Bryan Nichols, dijo que su petición “con todo respeto” fue hecha al presidente Biden y no a sus subalternos. Y mientras el mandatario mexicano, cuya propuesta generó reacciones a favor de su defensa en los tres países latinoamericanos, hacía oídos sordos al rechazo de Washington, ayer el canciller Marcelo Ebrard aprovechó su visita a la capital estadunidense y sus reuniones con Anthony Blinken y Alejandro Mayorkas, para inisitir en la posición mexicana de que “ningún país sea excluido” de la próxima cumbre del continente americano. Marcelo llegó a Washington para revisar con los funcionarios de la administración Biden los temas migratorios y seguridad contenidos en el Acuerdo Bicentenario. En particular el secretario de Relaciones Exteriores dialogó con Blinken y Mayorkas sobre la eliminación del Capítulo 42 que permitía a Estados Unidos regresar de inmediato y sin trámite de por medio a todos los migrantes indocumentados que llegarán a su territorio, incluídos los solcitantes de asilo, y enviarlos a México. Biden decidió eliminar esa disposición impuesta por Donald Trump y que fue una de las medidas por las que México, se convirtió de facto en el “tercer país seguro” para los Estados Unidos, luego de que López Obrador y Ebrard cedieran a las amenazas y presiones de Trump. Después de sus encuentros en la Casa Blanca, Ebrard aseguró, en conferencia de prensa en la Embajada mexicana en Washington, que con la eliminación de este capítulo 42 “México no se convertirá en país de libre tránsito para cualquier migrante” y que el gobierno mexicano mantendrá sus restricciones y obligaciones legales para los migrantes procedentes de cualquier país. Veremos que tan cierto resulta lo dicho por el canciller…Por cierto que ni yéndose a Washington, coincidentemente el día en que se cumplía el primer año del derrumbe de la Linea 12 del Metro que se construyó en su gestión como Jefe de Gobierno, Ebrard se salvó de que le preguntarán del tema en la mismísima capital estadunidense. “¿Está usted tranquilo con su conciencia luego de un año del accidente de la Linea 12 del Metro?”, le preguntó un periodista en la Embajada mexicana. Sin ocultar la incomodidad en su rostro, Marcelo respondió escuetamente la pregunta: “Sí, las investigaciones continúan, siguen su curso, hay que esperar a que las autoridades determinen, yo estoy tranquilo”, dijo el ex gobernante capitalino. Así, entre los del pasado que no asumen ninguna responsabilidad y los del presente que se autoexculparon de esta tragedia y dicen que con pagar dinero a las víctimas y sus familias y reparar los daños y reconstruir el Metro se está haciendo justicia, la impunidad sigue siendo el sello de este tipo de tragedias en México, como era en el pasado y como sigue siendo en esta 4T que antepone el dinero a la justicia…Los dados mandan Escalera Doble. Subida.