Al arribar a su primer centenario de existencia, El UNIVERSAL es, sin lugar a dudas, el periódico más constante e influyente de México y uno de los diarios con mayor impacto y credibilidad en América Latina. Los méritos del Gran Diario de México se han forjado a través del tiempo. En el día a día, como en la buena prensa que sabe que la confianza y permanencia de sus lectores no es algo perene, sino que se gana o se pierde diariamente, en cada edición, en cada acierto informativo, con cada titular y con la seriedad y la veracidad como premisas, y la objetividad y la pluralidad como ideales permanentes y constantes.
En 100 años transcurridos desde su fundación, cuando don Felix F. Palavicini, lo concibió como un matutino que acompañara el proceso de consolidación de la inacabada Revolución mexicana, que en ese momento buscaba cristalizar los derechos y conquistas sociales por las que habían muerto más de 1 millón de mexicanos en una guerra civil contra la dictadura y a favor del sufragio efectivo, en un país mayormente rural y analfabeta, dominado por miseria y la opresión campesina, el nuevo diario surgió como un proyecto inspirado como espacio de libertad que apoyara y acompañara el debate público en una incipiente sociedad política aún dominada y controlada por los caudillos revolucionarios y sus sangrientas pugnas de poder.
El que su fundador fuera después miembro del Constituyente de 1917, que redactó nuestra actual Carta Magna y el que los primeros ejemplares de la entonces nueva Constitución se hubieran impreso en las rotativas del entonces llamado “Primer diario Político de la Mañana”, confirmaron y marcaron la orientación del periódico que, desde su origen, y con el paso del tiempo, se convertiría en el espacio editorial por excelencia de la pluralidad y la diversidad política y social de los mexicanos. Y también en un primer intento de prensa libre y crítica –en una época donde aún la mano dura de los caudillos sofocaba la crítica— que se guiaría por la frase acuñada y publicada por don Félix en aquella primera edición del 1 de octubre de 1916: “Prensa amiga, pero prensa libre. Mi pluma es amiga, pero no esclava”.
La obra de Palavicini duraría hasta 1923 cuando, en los estertores del violento caudillismo revolucionario y la inacabada transición hacia un nuevo régimen político establecido en la nueva Constitución de la República, comenzaría la segunda etapa en la vida de EL UNIVERSAL bajo la conducción de Miguel Lanz Duret, quien seguiría con los mismos postulados de su fundador y presenciaría el nacimiento de un régimen político que, al tiempo que buscó consolidar en instituciones las conquistas sociales de la Revolución, diseñaría también poderosos mecanismos de control político para la sociedad mexicana y para la prensa, que acompañaba la conformación de una fuerza política que, con el pacto y el reparto del poder entre los caudillos, el corporativismo y el clientelismo de la sociedad mexicana gobernaría el país por más de 81 años ininterrupmidos.
Con la muerte de Lanz Duret, en 1940, sobrevino una etapa de problemas, dispendios y conflictos administrativos en el Gran Diario de México que afectaron la calidad y el nivel periodístico de un proyecto que, aunque mantenía la fidelidad de sus lectores, perdía influencia y presencia en la sociedad de la época.
La tercera etapa en la vida de EL UNIVERSAL comenzaría en 1929 con el esfuerzo de un joven economista que, tras tomar la dirección del diario en medio de una crisis que estaba a punto de obligarlo a cerrar sus puertas, le inyectó la vitalidad y el empuje que había perdido en los años anteriores. Juan Francisco Ealy Ortíz comenzó entonces una labor que, con el carisma que le caracterizaba, lo posicionó rápidamente entre los trabajadores del periódico: recuperar la mística y la vocación de un periodismo que, aunque no era su especialidad, intuía y profesaba con pasión por el oficio. El proceso de recuperar y relanzar al Gran Diario pasaron por cambiar y modernizar sus procesos periodísticos y de producción y poner orden en una empresa que llegó a tener, en medio del caos administrativo, hasta 6 sindicatos que, con la bandera de la defensa de los trabajadores, se habían vuelto también un problema y fuente de chantajes de líderes gangsteriles que fañaban el funcionamiento de una empresa asfixiada por demandas y conflictos laborales.
Con la sustitución de la antigua rotativa heredada de la época de Palavicini, llamada “La Constituyente” por haber sido utilizada en la impresión de los primeros ejemplares de la Constitución, comenzó un proceso de modernización al que seguirían después la introducción de los nuevos sistemas Offset y los inicios de la era informática que cambiarían radicalmente los procesos de edición y producción del periodismo en el mundo.
El reposicionamiento de El Universal y su modernización y consolidación como empresa periodística, siempre aparejada del fortalecimiento y la carismática personalidad de su director general, culminaron con un acierto indiscutible de Juan Francisco Ealy Ortiz: la apertura de las páginas del diario a la pluralidad de opiniones. Otorgar los primeros espacios a la diversidad del pensamiento político con la publicación de artículos de líderes de la oposición en los que podían expresarse libremente, en momentos en que el régimen aún ejercía el control de la prensa con mecanismos como el monopolio en la producción de papel fue una decisión que marcaría el nuevo enfoque del diario que acompañaba a una sociedad civil y política que evolucionaba y buscaba romper el férreo control político y de prensa del régimen.
La segunda gran contribución de Ealy Ortiz llegaría con la visión para entender la naciente era del internet que, en las postrimerías del los años 90 y el nacimiento del nuevo siglo, comenzó a dar forma a la revolución digital que cambiaría para siempre la dinámica de la información y del periodismo en el mundo. EL UNIVERSAL fue uno de los primeros diarios impresos en entender la revolución tecnológica en ciernes y con el nacimiento de EL UNIVERSAL On Line, el 7 de marzo de 2001, comenzó una transformación que impactaría y cambiaría al periodismo mexicano que comenzaba una migración, aún inacabada del papel al periodismo digital. Hoy nadie duda, y así lo confirman las mediciones de empresas especializadas, que junto con el tiraje del diario impreso y un número creciente de lectores y suscriptores, el portal de EL UNIVERSAL es el más visitado y consultado como fuente de información, opinión y noticias en México y uno de los más consultados en América Latina como referente necesario de lo que sucede en nuestro país.
Por todo eso, por su historia, sus crisis y sus resurgimientos y por ser hoy un espacio en el que se permite ejercer con libertad y sin presiones el ejercicio periodístico, es un orgullo escribir en estas páginas. Lo hacemos siempre bajo la premisa que dio origen a este gran proyecto editorial que hoy, en pleno siglo XXI, y en la nueva etapa bajo la dirección de Juan Francisco Ealy Lanz Duret, sigue creciendo y evolucionando, pero conserva sus mismos objetivos: ser parte de la vida de este país, acompañar y escuchar a una sociedad cada vez más crítica y exigente con sus gobernantes, cansada de la corrupción y los abusos de quienes detentan el poder sea político o económico.
En la celebración de estos primeros 100 años y en el primer día rumbo a otro siglo de vida, seguiremos ejerciendo en EL UNIVERSAL, , el ejercicio periodístico con pasión pero también con responsabilidad y compromiso con la veracidad y, siempre por encima de todo, con nuestros lectores. Todos los que, con su trabajo y esfuerzo diario contribuyen, desde cada área de esta gran empresa administrativa, talleres, editorial, publicidad, redacción, televisión, internet. Todos los compañeros periodistas y articulistas de esta gran casa editorial seguiremos comprometidos cada día, en cada edición, en cada noticia y titular, en cada opinión, con libertad, pluralidad, ética y con la crítica ejercida siempre con respeto y tolerancia.
NOTAS INDISCRETAS…Cuando intenta recuperarse apenas de la fuerte crisis social y económica que vivió con las protestas y el paro magisterial de cuatro meses, Chiapas recibió, en medio tantos problemas, buenas noticias con los resultados de la reciente Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública del INEGI. En un escenario de creciente inseguridad y violencia, el estado del sureste registró un descenso de 12.9 en inicidencia delictiva y 6.5% en la tasa de víctimas. Además fue la entidad con menos delitos por cada 100 mil habitantes con 16 mil 987 casos. Una de cal por las que van de arena para los chiapanecos…En el Senado preparan la salida del secretario General, Roberto Figueroa Martínez, quien dejará su cargo luego de investigaciones ordenas por las fracciones parlamentarias que le quitaron la confianza al responsable de la operación interna y administrativa de la Cámara alta. Figueroa Martínez tiene como antecedente haber sido operador en el sonado escándalo de Lady Profeco, como llamaron en redes sociales a la hija del entonces titular de esa dependencia, Humberto Benítez Treviño, cuando la muchacha amenazó a los empleados de un restaurante con la clausura si no le daban una mesa. Aquel escándalo le costó el cargo a su papa. A ver si Roberto Figueroa es capaz ahora de operar su propia salida. Se menciona como posible nuevo secretario del Senado al priista hidalguense Ernesto Gil Elorduy…Tras el 5to. Informe de Eruviel Avila Villegas, la sucesión en el Estado de México se aceleró. En la recta final de la competencia entre los priistas se ubica a tres aspirantes Alfredo del Mazo, Ana Lilia Herrera y Carlos Iriarte. De entre esos tres, dicen en Toluca, saldrá el candidato del PRI que deberá enfrentar una nada fácil y competida elección, sobre todo si se concreta la anunciada alianza del PAN y el PRD con una candidata altamente competitiva y peligrosa para el dominio priista en el Edomex como Josefina Vázquez Mota. ¿Quién dará la pelea por el desgastado PRI en la tierra del presidente Peña Nieto?…Los dados cierran con Escalera doble. Semana centenaria.